Exigen bahreiníes el retiro inmediato de las tropas de Arabia Saudita
Jueves 17 de marzo de 2011, p. 29
Manama, 16 de marzo. Al menos siete personas murieron y más de 200 resultaron heridas por la represión policial contra manifestantes chiítas en Bahrein, quienes agregaron a sus demandas el retiro inmediato de las tropas sauditas y emiratíes, en tanto que Mahmoud Ajmadineyad afirmó que Estados Unidos promueve una flagrante invasión de Arabia Saudita en el pequeño archipiélago para tratar de sofocar las revueltas árabes y proteger a Israel.
Las fuerzas de Bahrein emplearon este miércoles gases lacrimógenos, mientras varios helicópteros sobrevolaban la zona, para desalojar a los 500 manifestantes reunidos en la céntrica plaza de la Perla, convocados desde el 14 de febrero para reclamar reformas políticas y mayores libertades.
Las fuerzas de seguridad asaltaron también el hospital de Salmaniya, adonde cientos de manifestantes heridos habían ingresado en los últimos días.
Fuentes del hospital dijeron que tres policías y cuatro manifestantes murieron en un ataque que comenzó un día después de que Bahrein declaró la ley marcial para contener los disturbios sectarios, que han incorporado a tropas de la vecina Arabia Saudita, también sunita.
Testigos dijeron que los agentes también arrasaron un campamento instalado por los manifestantes en el centro de Manama. El ejército cerró varias calles principales de la capital y escuelas, universidades y la bolsa también permanecieron cerradas. En algunos barrios de la capital dejaron de funcionar las comunicaciones telefónicas.
Un miembro del Parlamento del mayor grupo chiíta de la oposición denunció el ataque del gobierno como una declaración de guerra contra esa comunidad religiosa.
Ésta es una guerra de aniquilación (...) Los vi disparar enfrente de mis propios ojos
, dijo Abdel Jalil Khalil, jefe del bloque parlamentario opositor Wefaq, integrado por 18 miembros.
Según el diario Al Wasat, cuatro miembros del Parlamento bahreiní y 12 jueces chiítas dimitieron en protesta por la violencia utilizada contra los manifestantes.
A petición del rey Hamad Bin Issa Jalifa, se encuentran desde el lunes en Bahrein unos mil soldados sauditas y 500 policías de los Emiratos Árabes Unidos.
Según la oposición chiíta, las fuerzas sauditas apoyaron el miércoles al ejército bahreiní durante la represión de las protestas.
El presidente de Irán, Mahmoud Ajmadineyad, afirmó que Estados Unidos promueve una flagrante invasión saudita en Bahrein para tratar de sofocar las revueltas árabes y proteger a Israel, y añadió que la represión fracasará.
Mientras tanto, en protesta por el asesinato del pueblo en Bahrein a manos de su gobierno
, el embajador iraní Mehdi Aghajafari fue retirado del reino.
El gobierno de Estados Unidos ha pedido calma en el reino, que alberga la Quinta Flota de la marina estadunidense. Durante una conversación telefónica, el presidente estadunidense, Barack Obama, expresó hoy a los reyes saudita y bahreiní su profunda preocupación
por la violencia en Bahrein.
Hillary Clinton, secretaria de Estado estadunidense, dijo en entrevista con la cadena CBS que los países del golfo van por mal camino
con el envío de fuerzas armadas a Bahrein para ayudar a contener la revuelta popular.
David Cameron, primer ministro del Reino Unido, pidió al rey de Bahrein que cese la represión y que dialogue sobre una reforma.
Por su parte, Alemania criticó la llegada de tropas procedentes de Arabia Saudita y Emiratos Árabes, y Francia deploró la violencia.
En Bahrein, de 560 mil habitantes 370 mil son chiítas que se quejan de discriminación por la familia real sunita, que lleva 200 años en el poder. Las protestas comenzaron el 14 de febrero inspiradas por los levantamientos populares en Túnez y Egipto.