Piano Xarocho es un proyecto de música de piano cámara que recrea esa tradición musical de México, ampliada en forma barroca y contemporánea por medio del espectro afrocaribeño del fandango, del joropo colombo-venezolano y del ancestro musical árabe-andaluz. Es la incorporación inédita del piano a la música jarocha, en la que ocupa un lugar como solista y acompañante, desplegando la amplitud de su registro sonoro y potencial cromático, así como su colorido tímbrico y expresivo, considera la intérprete e investigadora colombiana Claudia Calderón, quien reunió para la camerata del Piano Xarocho a un combo de músicos de varios grupos y solistas, que deviene crisol de culturas, lenguajes y países.

Esta agrupación, que gesta también el disco homónimo (que saldrá al mercado próximamente), ofrecerá un concierto gratuito este sábado a las 12 horas en la sala José Emilio Pacheco de la Casa de Lago (en Chapulpetec).

“Piano Xarocho –comenta la pianista radicada en Venezuela– es un pequeño caleidoscopio para conocer tradiciones vivas: un prisma de recuerdos y de invenciones, historias y memorias, revelaciones y recreaciones por sintetizar. Es la culminación de un trabajo de investigación que originalmente comenzó en Venezuela y Colombia sobre la música del joropo, del arpa tradicional, la bandola llanera y todas esas herencias del fandango español que tenemos en América y el Caribe, y para ello creamos un repertorio exclusivo para piano.”

Tras recorrer varias latitudes, abunda Calderón, en México descubrí, luego de escuchar a agrupaciones como Son de Madera y Chuchumbé, que el son jarocho era música muy cercana a la nuestra del joropo, lo que crea una veta interesante y hermosa para explorar, dándole una continuidad a la investigación.

De ese trabajo surgió Piano Xarocho, que parte del estudio y síntesis de versiones antiguas ejemplares. Hemos elaborado esta colección de piezas veracruzanas enriqueciéndolas con variantes armónicas y matizaciones, poniendo énfasis en los contrastes, incorporando registros o cadenas de solistas, así como elementos característicos del joropo colombo-venezolano y técnicas de composición contemporánea.

Dice la pianista que con su proyecto hemos querido establecer un puente no sólo geográfico entre géneros y músicos, sino histórico, dándole al fandango un sabor de retorno a lo popular, de rencuentro con la tradición oral de donde provino, junto al refinamiento y exquisitez barroca adonde fue llevado el género por otros compositores.