Instan a la población a quedarse en su casa hoy y mañana ante amenaza de lluvia con partículas
Encuentran expertos rastros de yodo contaminado en agua potable de Tokio y localidades de la zona
Prioridad, restablecer con cable conectado el viernes el suministro eléctrico a los seis reactores dañados
Domingo 20 de marzo de 2011, p. 23
Tokio, 19 de marzo. Las autoridades de Japón informaron que fueron encontrados alimentos contaminados con radiactividad cerca de la central nuclear de Fukushima, donde los equipos de emergencia trabajan día y noche para evitar una catástrofe atómica de grandes proporciones, después de resultar dañada por el terremoto de 9 grados en la escala de Richter del pasado 11 de marzo, que devastó la región.
Este sábado, las autoridades japonesas emitieron una primera alerta de contaminación en productos de consumo tras detectar niveles elevados de radiactividad en leche y espinacas en las prefecturas de Fukushima y de Ibaraki, cercanas a la central nuclear accidentada en el noreste del país.
En Tokio y otras localidades las autoridades detectaron rastros de yodo radiactivo en el agua potable, aunque inferiores al límite legal permitido en Japón.
El nivel de contaminación no presenta riesgos inmediatos para la salud. Les pido que permanezcan serenos
, declaró a los medios de comunicación Yukio Edano, el vocero del gobierno, en alusión a la leche y las espinacas contaminadas. Por tal motivo, el Ministerio de Salud japonés decretó el cese de la venta de los alimentos procedentes de Fukushima.
Con respecto al agua, las dosis de yodo radiactivo y de cesio detectados son netamente inferiores al límite legal, precisó el Ministerio de Ciencias. Hasta el momento se ignora cómo las partículas radiactivas pudieron alcanzar el agua y se desconoce si proceden de la central nuclear.
Asimismo, la autoridad atómica de Japón instó a quedarse en su casa a la población debido a que se espera en las próximas horas una lluvia radiactiva.
La oficina del primer ministro, Naoto Kan, añadió que este domingo y el próximo lunes podría llover en la zona. Aunque según las autoridades no hay peligro para la salud, incluso si la gente está expuesta a la lluvia, la población fue instada a salir solamente en caso de emergencia y cubrirse muy bien cabello y piel.
En tanto, electricistas, bomberos e ingenieros continuaban una carrera a contrarreloj para evitar en la central atómica de Fukushima un accidente nuclear más grave que el sucedido en Chernobyl el 26 de abril de 1986.
La prioridad es restablecer el suministro eléctrico para los seis reactores dañados a partir de un cable de alta tensión conectado el pasado viernes desde el exterior de la central. Los operarios no lograron alimentar con electricidad un primer reactor, como lo esperaban las autoridades.
La electricidad no fue restablecida ya que hay que hacer varias verificaciones porque varias zonas están inundadas por agua marina, explicó un portavoz del operador Tepco, Fumiaki Hayakawa.
Las autoridades japonesas esperan que los reactores dos y uno podrán recibir energía este domingo, para luego repetir la operación con los reactores tres y cuatro, los más dañados.
Un grupo electrógeno alimentado con gasoil hace funcionar actualmente los sistemas de refrigeración de los reactores cinco y seis, los menos afectados.
Los electricistas soportan una enorme presión porque el éxito de su misión es esencial para restablecer el suministro eléctrico que permitiría el funcionamiento de las bombas que suministran agua al sistema de enfriamiento de los reactores y llenar las piscinas en las que se guardan las barras del combustible utilizado, cuyo vaciado amenaza con liberar importantes cantidades de radiactividad en el medio ambiente.
Las autoridades afirman de momento que los niveles de radiación registrados no son peligrosos más allá de una zona de 30 kilómetros alrededor de la central.
La Agencia Internacional de Energía Atómica consideró que es cada día menor la posibilidad de que se produzca la peor de las catástrofes en Fukushima.
Por lo pronto, las localidades afectadas por el terremoto y el posterior tsunami viven la llegada masiva de cadáveres, mientras la cifra de muertos alcanzó los 7 mil 197, según la policía.
Además, una nueva réplica sísmica, de magnitud 6.1 en la escala de Richter, sacudió este sábado el noreste de Japón, según informaron medios locales.