res temas obligados: Todos los diarios sudamericanos siguen dedicando el mayor espacio al desarrollo de la crisis en Libia y al desastre provocado por el terremoto y el tsunami en Japón, con sus secuelas de amenaza nuclear. Algunos, además, hablan de la gira que comenzó Barack Obama por el subcontinente, la cual se inició en Brasil y, sugestivamente, no abarcará Argentina. El Mercurio, de Santiago de Chile, a diferencia de los demás que hablan sobre todo de la lucha por enfriar los reactores dañados en Fukushima, dice que en Tokio se registró radiactividad en el agua y agrega que el gobierno retiró de la circulación alimentos contaminados por las radiaciones. El País, de Montevideo, precisa que se trata de leche y espinacas y el también uruguayo República añade que Japón pide ayuda para enfrentar una epidemia de gripe, consecuencia de los desastres y los cortes en la energía y la calefacción en pleno invierno. Con respecto a Libia, el ecuatoriano La Hora informa que el ex ministro del Interior de Kadafi, Abdel Fatah Yunis, que se había unido a la rebelión, renegó de ésta y volvió al redil gubernamental, y agrega que aviones de Qatar participarán en la acción contra la aviación de Kadafi. El cubano Granma, por último, titula “El ‘emperador’ Obama da ultimátum a Kadafi”, reduciendo el problema a una enésima agresión imperialista a un país dependiente.
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Obama, Dilma y Lula: Es notable el poco interés de la prensa sudamericana por esta gira que, además de los diarios brasileños que cubren la visita a su país, llamó sólo la atención del paraguayo Última Hora: titula que Lula no asistirá al almuerzo con Obama ofrecido por la presidenta Dilma Rousseff para no opacar la figura de ésta
. Folha de Sao Paulo ofrece en cambio otra interpretación al informar sobre las críticas de los militantes del Partido de los Trabajadores al veto oficial a los actos de quienes se oponen a la presencia en Brasil de Obama y al enlazar esa protesta con la inapetencia de Lula. O Estado de Sao Paulo sugiere una versión similar.
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Una más: Clarín, La Nación y Página 12, argentinos, centran su atención en el fin del paro general de transportes y de la concentración ante la casa de gobierno convocados por la Confederación General del Trabajo, que –con el pretexto de un proceso en Suiza contra el secretario de la CGT y su hijo– quería presionar a quienes en el gobierno critican a los burócratas sindicales (como la propia presidenta) y demostrar su fuerza. Las febriles gestiones oficiales evitaron –por ahora– el choque pero no solucionaron el conflicto.