Después de tres décadas de espera en la primaria José María Lafragua, en Iztapalapa, la Secretaría de Educación Pública (SEP) envió mobiliario nuevo, aunque parte ya está usado. Ello después de que el jefe del Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, se comprometió a entregar mesas y sillas al plantel.

Debido a esto, el director Reynaldo Baltazar recibió un extrañamiento de la SEP. Además fue advertido por la dependencia de que no permita la entrada de Ebrard para dotar a los niños de asientos y mesas.

Sin embargo, enfatizó Baltazar Díaz, la visita del alcalde de la ciudad no la decido, sino los papás. Si quieren que venga, no habrá poder humano que los detenga. Me sancionarán, pero la comunidad manda aquí.

Luego de que durante años enviaron oficios, solicitudes y pidieron citas a las autoridades de la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal para que les entregara mobiliario, pues el que tienen es de finales de los 70, de manera repentina la SEP, mediante la supervisora de la zona escolar 25, Kenya Cruz, les avisó que se les daría lo que pedían.

Ello después de que Ebrard se comprometió a entregar el material. Los padres señalaron que están muy enojados, porque la directora general de Servicios Educativos en Iztapalapa, Isaura Prieto López, siempre dijo que no había presupuesto.

Es evidente, apuntó el director, que se trata de un asunto política, en el cual los rehenes son los alumnos. De hecho, como parte de la mezquindad, el pasado viernes, cuando Baltazar Díaz tenía que acudir a una oficina del gobierno de la ciudad para verificar el mobiliario, la SEP lo envió a tomar un curso. Él comentó a la autoridad que tenía que acudir a la cita, pero la directora de la región, Lourdes Medrano, me respondió que ya no me siguiera metiendo en problemas, que ellos iban a arreglar lo del equipo.

Mientras estaba en el curso recibió llamadas de representantes de la SEP para que regresara al plantel a recibir las sillas y mesas que la dependencia federal había enviado. Indicó que fueron entregadas más de 200 mesas, la mayoría nuevas. Hay una que otra usada, pese a que pedimos que no fuera material reciclado.

Ante ello, paterfamilias indicaron que crearán un movimiento a nivel de escuelas de la región, pues consideran que la actitud de la SEP es deplorable. Aseguraron que se quedarán con el mobiliario del gobierno de la ciudad y el de la dependencia educativa no se usará, ya que puede ser utilizado en otros planteles que también lo requieren.