El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, aclaró que si no inclinó la balanza en favor de Jesús Zambrano o de Dolores Padierna fue para evitar la fractura del Partido de la Revolución Democrática (PRD). “Fuimos responsables como siempre y coherentes con lo que dijimos que íbamos a hacer –mantener la unidad–, y finalmente así resultó.”

Al hacer un balance de lo sucedido el pasado fin de semana en el consejo político del PRD, luego de la celebración del Día Mundial del Agua, realizada en el laboratorio central Xotepingo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, delegación Coyoacán, Ebrard Casaubon aseguró que si quienes simpatizan con él se hubieran inclinado en favor de uno u otro lados podrían haber precipitado una ruptura mayor en el partido; sin embargo, no quisimos jugar ese papel, sino facilitar que ésta no se diese.

Remarcó que el PRD necesita, entre otras cosas, una renovación que vaya más allá de un personaje u otro, abrir paso a una nueva generación y superar las formas de hacer política.

–¿No ve como derrota que su candidato, Armando Ríos Piter, haya perdido? –se le preguntó.

–No, yo quería que no se diera una ruptura y eso finalmente no ocurrió, qué bueno que fue así. Respecto de las ideas en torno de la renovación del partido, gente nueva, caras, sigo en esa línea.

Sobre la posibilidad de que el diputado federal por Guerrero, Ríos Piter, asuma la coordinación de la fracción del PRD en la Cámara o algún cargo en la dirección nacional, Ebrard recordó que eso depende de la confluencia de varias fuerzas. Están Foro Nuevo Sol y los consejeros nacionales que apoyaron a Ríos Piter. Enfatizó que lo que importa ahora no es qué asignación o espacio le vayan a dar a quien fue su candidato, sino qué ruta va a seguir el partido en las próximas semanas y meses con los preparativos para 2012.

Pidió a Jesús Zambrano y a Dolores Padierna que recuerden que forman parte de un partido y que esa fórmula (presidente–secretaria general) se votó por ambos.

Ebrard confió en que habrá cordura y madurez política de la dirigencia nacional en caso de que los mexiquenses voten el próximo domingo en favor de la alianza PRD-PAN. No puedes tener un acuerdo una semana y a la otra volver a la ruptura. Hay diferencias en el partido, pero se tiene que aprender de éstas.

Advirtió que la división del partido sería “carísimo, pues todos pierden. Creo que eso es lo que no va a ocurrir. Simplemente, porque es papel de quienes integran cada posición y ahora hay una tercera que dice ‘bueno, por qué no pensamos en qué partido debemos organizar para estar cerca de la sociedad y de lo que está exigiendo’. Me parece que es importante”.