Tokio, 22 de marzo. La Compañía de Electricidad de Tokio consiguió restablecer parcialmente el fluido eléctrico en la sala de control del reactor número tres de la central nuclear de Fukushima, devastada por el terremoto y el posterior tsunami del pasado día 11.

Esa instalación todavía emite radiaciones aunque se desconoce el origen de la fuga, mientras crece el temor a una contaminación radiactiva en varios productos alimenticios de la región.

La conexión de los cables de energía podrá permitir reactivar algunas funciones, entre ellas la alimentación con agua de la piscina y de la cuba donde se encuentra el combustible radiactivo.

Mientras, en Viena la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) expresó su preocupación por la fuga de radiación en la central de Fukushima y destacó que la situación continúa siendo seria a pesar de los avances positivos por restaurar la energía.

Las autoridades japonesas, por su parte, detectaron la presencia de niveles radiactivos superiores a los máximos autorizados en un vegetal local llamado kakina, así como en los brócolis, las espinacas, el agua potable y la leche procedentes de las prefecturas de Ibaraki y Fukushima, si bien todos los organismos de salud reiteraron que el nivel de radiactividad detectada no amenaza la salud.

A su vez, la Agencia Pesquera Japonesa señaló que los trabajadores de ese sector de la económía no han podido reanudar sus labores, luego de que se detectaron pequeños rastros de radiación en las aguas del pacífico cercanas a las costas de Fukushima, y por los daños a barcos y puertos provocados por el tsunami que generó el sismo de 9 grados Richter, el que dejó al menos 9 mil 79 muertos y más de 12 mil desaparecidos, según un último balance oficial dado a conocer este martes.

En Washington, en tanto, las autoridad reguladora nuclear NRC extendió la licencia por otros 20 años para el funcionamiento de una central de casi 40 año de antigüedad, mientras el gobierno de Italia anunció la suspensión por un año de sus proyectos nucleares, para evitar que sean vetados en un referendo que se realizará en junio próximo.