El gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, aseguró que se investigará la amenaza contra el próximo secretario de Seguridad Pública estatal, el general retirado Carlos Bibiano Villa Castillo, que en un cartel apareció este martes de madrugada junto a un cadáver mutilado y decapitado en el fraccionamiento Tikal de la zona urbana de Cancún.

Este es un regalito. Sigues tú, Villa, dice el mensaje suscrito con la letra Z, que se consideró alusivo al funcionario, que hasta el pasado 15 de marzo fue secretario de Seguridad Pública de Torreón, Coahuila, y cuya designación por el gobernador electo de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, fue posible luego de que el Congreso local anuló el requisito de cinco años de residencia para desempeñar cargos de gabinete.

González Canto aplaudió la mano dura del ex militar, cuya reciente declaración de que prefiere matar a los narcotraficantes en lugar de interrogarlos dio lugar a la apertura de un expediente en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y provocó un airado reclamo de la organización estadunidense Human Rights Watch.

Otro secretario de Seguridad Pública, el teniente coronel retirado Julián Leyzaola Pérez, dejó el cargo en Tijuana, Baja California, para tomarlo en Ciudad Juárez, Chihuahua, y este martes fue interpelado por los regidores panistas locales, que le demandaron presentar su proyecto de trabajo al cabildo a fin de valorarlo, porque lleva 12 días en funciones y la violencia imperante no tiene visos de disminución.

El ex oficial del Ejército capacitado en la Escuela de las Américas de Estados Unidos dijo que no puede presentar su plan operativo a los regidores porque no es público, sino confidencial, y al revelarlo no sólo se permitiría que los criminales puedan prevenirse, sino que se anularían los resultados programados.

Igualmente, tras la aparición de dos pintas en que el grupo La Línea, del cártel de Juárez, demanda el cese de dos comandantes, el gobernador chihuahuense, César Duarte Jáquez, advirtió que no se dejará presionar ni lo intimidará la banda que amaga con matar diario a un policía de no procederse a las remociones.

Ayer también informó la Fiscalía General de Chihuahua que el Servicio Médico Forense de Ciudad Juárez inhumó en la fosa común los cadáveres de 11 personas ultimadas de noviembre a diciembre de 2010, porque no fueron identificadas.

La dependencia indicó que conforme a los nuevos procedimientos instituidos, primero se acopian los rasgos de identidad y perfiles genéticos de las víctimas, y ya en febrero pasado se inhumaron otras 28, pero en total suman 370 desde enero de 2008, cuando inició la guerra entre los cárteles de Sinaloa y de Juárez, que dirigen Joaquín El Chapo Guzmán Loera y Vicente Carrillo Fuentes, respectivamente.

Respecto del mismo problema, el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, dijo en febrero pasado que la mayoría de los 972 homicidios dolosos perpetrados en su entidad de enero de 2010 al mismo mes de 2011, fueron atribuidos al crimen organizado, y gran parte de los cadáveres no son reclamados ni los acompañan identificaciones, y tampoco se les puede rastrear por falta de antecedentes penales.

Con información de AFP