Una delegación bipartidista del Congreso estadunidense se reunió con el presidente Felipe Calderón, quien les expuso los alcances de las acciones gubernamentales en contra del crimen organizado. Durante el encuentro, el mandatario enfatizó sobre la importancia que tiene para México combatir el tráfico de armas en la frontera común y contener la circulación de dinero hacia México.

Sin embargo, en la información proporcionada sobre la reunión privada, la Presidencia no dice si en la misma se abordó la operación Rápido y furioso. El encuentro se da en un contexto en el que las relaciones bilaterales se encuentran sacudidas por la instrumentación de dicho operativo mediante el cual algunas agencias estadunidenses favorecieron deliberadamente el paso de armas a México, con la frustrada pretensión de que ello sirviera para ubicar a los cárteles del narcotráfico.

El fantasma de Wikileaks

Esa operación fallida ha desatado la polémica y el debate en ambos países y ha suscitado las críticas de congresistas estadunidenses a la administración de Barack Obama. Asimismo, la visita a Los Pinos se da a escasos días de la renuncia del embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, obligado por las revelaciones contenidas en los cables de Wikileaks publicados por La Jornada.

Encabezados por la congresista republicana Kay Gagner, los legisladores coincidieron con Calderón Hinojosa en la necesidad de que se alcance la plena instrumentación de la Iniciativa Mérida y Estados Unidos cumpla con el compromiso de transferir equipo, tecnología y proporcione la capacitación acordada. De acuerdo con la iniciativa, en 2011 se deberían transferir en estos rubros alrededor de 500 millones de dólares.

Durante el encuentro, según informó la Presidencia, los legisladores reconocieron las acciones del gobierno mexicano en el combate al crimen organizado, cuya actuación afecta a ambas naciones. De igual forma, hubo coincidencias en avanzar en la colaboración bilateral en éste y otros rubros relacionados con problemáticas comunes.

Finalmente, Felipe Calderón reconoció a la delegación bipartidista el “sólido apoyo que ha recibido del Congreso estadunidense para impulsar mayores niveles de cooperación en todos los ámbitos de la relación bilateral, así como el liderazgo y el activismo en favor de los vínculos con México.