Figura imprescindible en el discurso cuando las dirigencias del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ponderan lo mejor de su institución o ejemplo que candidatos del tricolor prometen seguir, Luis Donaldo Colosio mereció ayer, en el 17 aniversario de su asesinato, una fría y breve ceremonia a la que asistieron apenas un centenar de amigos, ex colaboradores y militantes.

En la explanada de la sede priísta, el dirigente Humberto Moreira Valdés subrayó el hecho de que este aniversario tiene lugar en los momentos más adversos que en los años recientes ha vivido México. Donde reina la pobreza, la marginación y la injusticia. La seguridad, la tranquilidad y la paz se han esfumado; se nos han ido de las manos en el país, dijo poco antes de montar una guardia de honor frente al busto de Colosio, erigido durante la presidencia de Beatriz Paredes.

Lejos del despliegue de otros momentos, en los que miles de priístas llenaban orgullosos auditorios y explanadas, colmando de pendones y pancartas el escenario, el centenar de asistentes que ayer se reunió en el PRI dio cuenta de un proceso de desmitificación de la figura del sonorense, en una lucha silenciosa contra quienes se empeñan en recordarlo.

A 17 años del asesinato de Luis Donaldo, el priísmo, como todos sus amigos, estamos tristes. Esperamos que en las contiendas electorales se privilegie la civilidad y, sobre todo, las ideas, y gane quien tenga una mejor propuesta para México, confió Manlio Fabio Beltrones al ser interrogado sobre la situación de violencia en el país a la que aludió Moreira.

Con él, Beatriz Paredes, Emilio Gamboa, María Angélica Luna Parra, Fernando Gamboa, Melchor de los Santos, Samuel Palma, Marco Antonio Bernal, Samuel Aguilar, Héctor Lié, entre otros, siguieron el discurso de Moreira, quien reiteró que en México hay un incremento sin precedente de la pobreza, 54 millones de mexicanos viven en este lacerante problema social. Necesitamos construir el México que anheló Colosio: que no sea de unos cuantos, sino que sea de todos.

Orador único en la ceremonia, Moreira pidió a los pocos que acudieron a esta convocatoria anual no olvidar el legado del ex abanderado presidencial priísta.