Melbourne, 27 de marzo. El sueño del que tanto habló Sergio Pérez para referirse a su debut en la Fórmula Uno se disolvió cuando los comisarios del Gran Premio de Australia lo descalificaron junto a su compañero, el japonés Kamui Kobayashi, porque el alerón trasero de sus coches infringe el reglamento.

Es un asunto sin importancia, dijo al respecto el diseñador del auto y director técnico de Sauber, James Key.

El mexicano, de 21 años, había logrado el séptimo puesto, delante de su compañero. Juntos habían sumado diez puntos que ahora pierden.

Horas después de terminada la carrera, los 10 primeros autos de la clasificación fueron examinados del alerón trasero y los dos Sauber no cumplían con el reglamento de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).

Los comisarios esgrimieron que la escudería suiza infringió las normas técnicas 3.10.1 y 3.10.2, que especifican el tamaño, las longitudes y las distancias entre las diversas piezas en la parte trasera del coche, un C30 modelo 2011.

Era el auto que diseñó Key con el propósito de tener mayores oportunidades de competencia y más confiabilidad para el arranque en esta carrera.

Antes de la competencia el desempeño del C30 era un verdadero enigma para el equipo, porque en la pretemporada rindió excelentes resultados e hizo abrigar esperanzas en el circuito de Australia, además de que el balance del auto fue positivo.

El propio manager, Beat Zehnder, se mostraba confiado en las cualidades de este modelo, que estimaba estaría por encima de Force India. El auto se ve bien, decía satisfecho.

Sin embargo, una cuestión técnica irrelevante arruinó la alegría de Checo y del equipo de Peter Sauber, y de paso echó abajo las expectativas que la escudería suiza tenía invertidas en ese auto.

La escudería anunció que podría apelar de la descalificación que sufrieron sus dos coches en el Gran Premio de Australia.

Es un resultado sorprendente y decepcionante, dijo Key tras conocer la descalificación, quien explicó: “Parece que es una cuestión sobre la superficie de arriba de la parte más alta del alerón trasero, que no es la superficie de trabajo del componente, por lo que carece relativamente de importancia. No aporta ninguna ventaja en el rendimiento.

Analizamos el diseño de las partes para comprender la situación y pretendemos recurrir la decisión.