El Sindicato de Trabajadores Unidos de Honda de México (STUHM) obtuvo una resolución del juzgado segundo de distrito en materia del trabajo que ordena a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) que proceda a dar registro legal a su organización, informó ayer el comité ejecutivo de este gremio, luego de alertar que la dependencia ha perpetrado absurdas maniobras para negarles el registro, como haber señalado que no pudieron acreditar la existencia de esta empresa.

En conferencia de prensa, dirigentes de este sindicato sostuvieron que no dudan que la dependencia encabezada por el secretario Javier Lozano recurra a nuevas argucias jurídicas para atacar a esta organización, como apelar de la resolución o retrasar el trámite del registro. Cualesquiera de estas maniobras evidenciaría, aún más, la rabiosa política antisindical del gobierno mexicano, indicaron.

Exhortaron a la dependencia a conducirse con apego a su obligación constitucional de tutelar el derecho de las y los trabajadores y abandonar su empecinamiento en impedir el registro de este sindicato, o demostrará que su intención es la de beneficiar siempre a los patrones a costa de los derechos laborales.

Por ello, exigieron a la Dirección del Registro Nacional de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo, que acate la orden judicial de otorgar su registro sindical, y demandaron a la empresa Honda de México cesar el hostigamiento contra las y los trabajadores de este sindicato.   

Hicieron ver que durante más de un año lograron sortear los obstáculos que la autoridad laboral ha interpuesto para impedir nuestra organización; resistir un sinnúmero de represalias y el despido de cinco compañeros, hasta obtener una resolución del juzgado segundo de distrito en materia del trabajo, que ordena a la STPS proceder a dar registro legal a su sindicato, pese a la constante oposición de esta dependencia.

En esta planta, por más de 23 años ha existido un sindicato de protección, de extracción cetemista, que año tras año cobra a la empresa millonarias sumas a cambio de no hacer nada ni defender a los trabajadores, según planteó el sindicato, e hizo ver que después de 10 años de ausencia, se presentó el líder del sindicato blanco de la empresa, de nombre Carlos Arias Hernández –quien no es trabajador de la planta y ocupa un cargo directivo en la CTM estatal–, a prometer beneficios, como el pago adelantado del reparto de utilidades.

Denunciaron que este sindicato blanco ha permitido a la empresa imponer sueldos bajos, pues los mil 400 trabajadores perciben entre 132 y 160 pesos diarios; así como excesos de carga laboral (se aumenta la producción sin contratar más personal), extensión arbitraria de la jornada laboral; cambio forzado de días de descanso, y hostigamiento laboral (incluso impiden a los trabajadores ir a tomar agua argumentando que es abandono de trabajo y se sigue a los empleados hasta el sanitario para evitar que se tomen más de tres minutos).