Yunque amarillo
Bravo Mena, predestinado
Impudicias recíprocas
Asesinatos en Morelos
Alianza poco factible
¿Denunciar a un delincuente? Espera lo peor
Casas con fantasma
Los ninis
La furia ciudadana sacude el centro del neoliberalismo global: Londres
TLCAN: ¿beneficios?
¿Oportunidades iguales?
Ninis y patos salvajes
yer, al cumplirse 11 días de bombardeos aliados sobre la convulsionada Libia, los líderes de la coalición internacional –encabezada por Washington y Bruselas– acordaron en Londres continuar sus acciones militares hasta que Muamar Kadafi abandone el poder; señalaron que el régimen de Trípoli ha perdido totalmente su legitimidad y deberá rendir cuentas por sus acciones
, y acordaron crear un grupo de contacto
encargado de coordinar la transición política en ese país. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, fue más lejos que sus homólogos de las naciones aliadas y dejó abierta la posibilidad de suministrar armas y explosivos a los rebeldes libios, lo que, de concretarse, implicaría un incumplimiento del veto contemplado en las resoluciones 1970 y 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, como advirtió la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez.
Precisión del gobierno de Michoacán
provecho este conducto para hacer algunas precisiones sobre la nota aparecida este martes en la página 3, “Armamento importado por Sedena ‘se desvía’ hacia grupos criminales”.
n el suplemento Domingo del periódico El País (27/03/11), Javier Moreno entrevistó a Felipe Calderón Hinojosa. La entrevista es profusa –por la extensión–, confusa y difusa.
ste fin de semana se inició el proceso electoral de 2012. Sí, leyó bien, el destape de Eruviel Ávila y la consulta ciudadana sobre la alianza PRD-PAN, hechos mexiquenses propios de las elecciones locales, están imbricados, indiscutiblemente, con los comicios presidenciales del próximo año. Si bien el IEEM dio inicio formal al proceso electoral mexiquense desde el 2 de enero, es apenas este domingo cuando la contienda real se inicia. Por un lado, el PRI postuló de manera sorpresiva a Eruviel Ávila como su abanderado a la gubernatura del estado y, por otro, el resultado de la consulta coloca a la izquierda en una difícil disyuntiva.
l fin hubo fiesta para la opinocracia mediática interesada en participar del poder. Las fuerzas vivas, que se concentran en una sola persona, destaparon
al candidato al gobierno del Edomex: un hombre que viene desde abajo, el señor Eruviel Ávila Villegas. La euforia, preñada de alabanzas, apunta, sin análisis o pudores, hacia el conocido y hasta familiar dedo elector
El alboroto durará varios días hasta que queden asentadas, como verdades inmutables, algunas versiones públicas del oficialismo mexiquense. Mientras la búsqueda de arcanos, méritos adicionales y significados por tan profundo hecho político se establece en el imaginario colectivo, bien se puede atender a la bifurcación que tomará el fenómeno. Una atenderá, con el cuidado de siempre, al señor Peña Nieto, la reveladora figura que yace en la mera base del triunfalismo que todo lo invade. Después las baterías se enfocarán en el nuevo y arrollador liderazgo que llevará a las huestes de simpatizantes del priísmo a la asegurada victoria. Todo, según apuntarán los guionistas y sus cajas de resonancia alquiladas, estaba previsto desde el inicio. Un incandescente y transparente proceso selectivo para la continuidad gritarán a coro tendido.
vuelapluma, la pregunta que formularé, cuyo origen es la insana obsesión que profeso hacia casi todos los políticos y su forma de oficiar, sea en español o en chino, en México o en Libia, en el pasado o en el presente, gira, como Perogrullo lo dicta, en torno a la realidad. La cuestión es la siguiente: En los políticos, ¿predomina la miopía o el astigmatismo? Aunque la ceguera es la enfermedad más frecuente y contagiosa en la casta política, he excluido, de la pregunta, por la más simple de las razones, a la ceguera.
ara esconder su desvergüenza, los voceros de la industria nuclear ahora afirman que todas las fuentes de energía tienen sus propios riesgos
. Señalar los defectos ajenos para esconder las fallas propias es un viejo recurso retórico. Se emplea cuando uno está arrinconado y es especialmente útil cuando se han agotado los argumentos. Pero es particularmente estúpido cuando las faltas propias son señaladamente ofensivas y están a la vista de todos.