Se deben explorar opciones para enfrentar retos futuros: expertos
Viernes 1º de abril de 2011, p. 3
Científicos y especialistas en energía nuclear del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) señalaron que es necesario abrir un debate plural e informado
sobre los riesgos y beneficios que ofrece este tipo de alternativa energética. Destacaron que se requiere un análisis informado y científico
sobre los retos que enfrenta el planeta en esta materia y las alternativas que tenemos para responder a estas necesidades
.
Gerardo Herrera Corral, profesor-investigador de esa casa de estudios y experto en física experimental de altas energías, aseguró que son tres los problemas que aún enfrenta la energía nuclear: desechos, seguridad y uso armamentista.
Sin embargo, consideró que estos factores se han ido reduciendo en la medida que avanzan la ciencia y la tecnología. Cada vez son más las alternativas para el manejo de basura radiactiva, mientras las centrales de tercera generación, que son las que se construyen actualmente, tienen estándares de seguridad muy elevados
.
En cuanto al desarrollo de armas nucleares, destacó que en países de la Unión Europea se han logrado avances para emplear material que no genera plutonio radiactivo y que no puede ser explotado para el uso de armamento
. Sin embargo, reconoció que cualquier fuente de energía representa riesgo
, por lo que afirmó que es necesario seguir explorando otras alternativas.
Fuentes naturales
Al participar en un taller sobre actualización científica convocado por el Cinvestav, en el que participaron Miriam Huerta Pérez, especialista en radiación y alimentos del departamento de Genética y Biología Molecular, así como Luis Manuel Montaño, experto del Departamento de Física, explicaron que la radiación que recibe el ser humano puede ser de una fuente natural, emitidos por rayos cósmicos y gamma, arrojados por núcleos radiactivos presentes en el suelo o en el aire, y la generada por las personas.
Afirmaron que la radiación natural constituye 83 por ciento de la que recibe un ser humano por día durante toda su vida, mientras el resto es artificial, de la cual 16 por ciento está constituida por usos médicos, 0.7 por ciento por ensayos nucleares y 0.3 por energía nuclear.