La publicación del poemario hasta ahora inédito Contubenio de espejos, la reimpresión del volumen Poemas, a cargo de El Colegio de México y la conjunción en un tomo de los ensayos sobre artes plásticas que escribió Salvador Elizondo, son algunos de los proyectos conmemorativos en ocasión del quinto aniversario luctuoso, que se cumplió el pasado martes, del autor de Farabeuf, según anuncia su viuda, la fotógrafa Paulina Lavista.

“Salvador –rememora Paulina– admiraba a Ezra Pound y Stephan Mallarmé era uno de sus autores predilectos; el poema Un golpe de dados era lo máximo para él. Veía la escritura como una partitura. Pero nunca trató de imitar a otros; tenía su propio mundo.”

Legado literario

Paulina Lavista recuerda, por ejemplo, la manera en que en Autobiografía precoz, su marido describía a los poetas como hombres que se enfrentan a la eternidad momentáneamente, o bien eternizan el instante, viven de las imágenes o las sensaciones en el lenguaje.

Paulina Lavista refrenda su compromiso y su misión de difundir el legado literario de Salvador Elizondo, en favor de las nuevas generaciones.

“Me sorprende gratamente –asevera– ver a jóvenes de 28 años publicar ensayos sobre Elizondo en su nexo con Mallarmé, Joyce y Valéry.”

Evoca los preceptos del escritor: Hablar con los muertos, con los vivos y con uno mismo mediante la lectura, los viajes y la escritura.

Así escribió sus Nocturnarios: las largas reflexiones que practicó toda su vida durante las noches.

Salvador Elizondo dejó unas 32 mil páginas inéditas, distribuidas en 83 diarios, que narran desde su infancia hasta tres días antes de morir.