La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, promulgó ayer un paquete de 32 leyes estatales que incluye una destinada a castigar con cárcel a las personas que renten o compren casas para utilizarlas como escondite de migrantes indocumentados.

Esta nueva legislación estará vigente a partir del 20 de julio y permitirá a las autoridades estatales aplicar las normas que castigan la falsificación de documentos, cuando este delito se relacione con la apropiación o arrendamiento de casas para esconder indocumentados, conocidas en inglés como drop houses (casas de paso). La pena que los jueces podrán imponer será hasta de siete años de cárcel.

Según el sitio en Internet del diario Arizona Republic, la policía de Phoenix ha descubierto docenas de casas donde los traficantes de indocumentados ocultan a los migrantes.