Con el apoyo de Diego Fernández de Cevallos, quien tenía más de ocho años de no acudir a un acto público en instalaciones del PAN, Luis Felipe Bravo Mena rindió protesta como candidato de su partido a la gubernatura del estado de México y se comprometió a encabezar un movimiento cívico de liberación y tener así un gobierno decente.

En la ceremonia, realizada en el auditorio Manuel Gómez Morín de la sede nacional de ese instituto político, reapareció Fernández de Cevallos, quien fue liberado por sus secuestradores a finales del año pasado. Dijo que nunca se ha retirado, pero me dieron unas vacaciones forzosas nada más. Apoyará a los candidatos del blanquiazul en lo que pueda y expresó que la alianza con el partido del sol azteca no se canceló, sino que sencillamente no era posible.

Con la presencia de tres secretarios de Estado, Heriberto Félix, de Desarrollo Social; Abelardo Escobar, de la Reforma Agraria, y Alonso Lujambio, de Educación Pública, así como la coordinadora de los diputados panistas, Josefina Vázquez Mota, y del líder histórico del blanquiazul, Luis H. Álvarez, entre otros, Bravo Mena enfatizó en su discurso el comienzo de un movimiento cívico de liberación de conciencias y voluntades, de liberación de las instituciones públicas estatales, de liberación del dominio de los grupos políticos, de la cultura patrimonialista, del abuso, la corrupción, del autoritarismo y la opresión.

En el acto, las porras y ovaciones a panistas distinguidos fueron termómetro de cómo se encuentra su popularidad; en primer lugar estuvo El jefe Diego, a quien ovacionaron de pie, y en segundo sitio quedó la ex titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) Josefina Vázquez Mota.

Bravo Mena expresó que las estructuras de poder en esta entidad han ocasionado muchos daños: el estado de México es el primer lugar en feminicidios, en robo de autos, asalto en hogares, tercer lugar en desnutrición infantil, hay marginación, pobreza, desempleo y una involución hacia formas de control faccioso de los órganos públicos.

Llamó a los panistas a ser agentes activos de la liberación y operadores de la alianza ciudadana. Por su parte, el presidente del PAN, Gustavo Madero, señaló que Bravo Mena encarna tres factores: la unidad del panismo, la congruencia con la doctrina y la inclusión con todos los ciudadanos.

Como dirigente nacional, Bravo Mena allanó el camino para sacar al PRI de Los Pinos y ahora será él quien eche al PRI del estado de México, afirmó Madero. Es la oportunidad de poner un alto a la farsa, a la puesta en escena del tricolor, a la política de la pantalla, de la tramoya y del dispendio”, insistió. En el mismo tono, Octavio Germán Olivares, dirigente panista en la entidad, expresó que es el momento de dar fin a más de 82 años de un gobierno que ya no lo aguantamos.