Pumas, ante su rival más difícil
Ángel Reyna, un atípico goleador
n tanto en tiempo de compensación –casualmente del monarca goleador Ángel Reyna– modificó la liguilla y envió a Pumas ante uno de los peores rivales que podría enfrentar: Monterrey, que defiende su corona con uñas y dientes y llegará con la motivación extra de su título Concachampions.
Si en el torneo pasado los auriazules doblegaron a las Águilas en el estadio Azteca, esta vez recibieron la misma moneda y van a las finales sin el superliderato, con el golpe de perder lo invicto en casa y ante el que lo eliminó en la campaña anterior.
Lo malo para el club felino es que perdió ante su gran contrincante en una Ciudad Universitaria que había sido inexpugnable, pero lo bueno es que tendrá cuatro días para reponerse y levantar la moral, para lo que será importante el regreso de Leandro Augusto y Efraín Velarde.
Será sin duda uno de los duelos más atractivos, entre un Pumas que pasó buena parte del torneo en el liderato general gracias a sus fuerzas básicas, y unos Rayados que a fuerza de dólares tienen uno de los mejores planteles, en el que sobresale el Chupete Suazo, autor del triunfo sobre Real Salt Lake y el consiguiente boleto al Mundial de Clubes.
Víctor Vucetich ratificó su apodo de Rey Midas del futbol mexicano con su impactante marca perfecta de 11 triunfos en sus respectivas finales disputadas y enfrentará al más novel de los entrenadores clasificados, Guillermo Vázquez, quien observó impotente la forma en que se le fue cuarteando un equipo que al parecer llegó a su clímax en mal momento.
Viejo lobo de mar, Vucetich tiene en plena alza a su Pandilla, luego de vencer a un cuadro estadunidense que sumaba 34 partidos sin derrota en su casa y a unas Chivas con todo y su cancha sintética y un Marco Fabián en gran nivel.
Guadalajara y Cruz Azul avanzaron con dudas. El equipo tapatío perdió sobre todo por culpa del arquero Luis Michel, quien cometió una mala salida en el golazo de Ricardo Osorio y luego se comió el trallazo de larga distancia de Walter Ayoví.
Hoy más que nunca puede decirse que Chivas se sacó la rifa del tigre. Ricardo Ferretti justifica su contratación con los felinos: con sólo nueve goles recibidos en 17 partidos, la UANL es la mejor defensa de los torneos cortos. Y si a eso se agregan ofensivos como Lucas Lobos, Damián Álvarez, Danilinho y Héctor Mancilla, Chivas deberán esforzarse al cubo.
Pocos pensaban que un América con una defensa de papel sería capaz de ganar en CU. Pero si el miércoles se salvó de ser goleado por el Santos de Neymar y salió con un 0-1 que le da vida en la Libertadores, este domingo logró un 2-0 hasta con 10 elementos y la ventaja de que Miguel Layún fue expulsado en ambas competencias y estará suspendido.
Las Águilas tendrán otra semana complicada. Este martes enfrentarán en el duelo de regreso al equipo de Pelé y jueves y domingo el llamado clásico de las televisoras.
Morelia luce como un rival más accesible que Pumas, sobre todo ante la ausencia del lesionado Mauricio Romero, baluarte defensivo y arma letal en los balones parados.
Por su parte, Miguel Herrera es un técnico a la medida del Atlante, al que llevó hasta el cuarto lugar general con un plantel modesto en el que hasta el Kikín Fonseca funciona. Los Potros son favoritos sobre unos Cementeros que sólo suman un triunfo en sus recientes seis partidos y que salieron cabizbajos luego del empate sin goles ante San Luis, en un reflejo del momento que vive un equipo al que Enrique Meza deberá inyectarle su gran experiencia.
Mención aparte merece Ángel Reyna, quien ganó un título casi exclusivo de romperredes sudamericanos y sin ser centro delantero. El americanista sí obedece a su actual timonel y está lejos de los berrinches que les hizo a Manuel Lapuente y a Jesús Ramírez. Tal vez Reinoso lo convenció de que tiene un gran potencial, pero no tanto como el del correlón Enrique Esqueda, de quien el Maestro se aventó la puntada de decir que es mejor que el Chicharito.