Hechos, no declaraciones
upermán, tal vez uno de los símbolos más conocidos del Estados Unidos anglosajón con su consigna de defender el american way of life, es un inmigrante que llegó a este país sin visa y no entró por un punto autorizado, pero es estadunidense. Ahora resulta que el hombre de acero hasta abandonará su ciudadanía estadunidense (aunque no se sabe cuándo la obtuvo). ¿Será por su disgusto por la forma en que su gobierno ha manejado el tema migratorio?
Una vez más, un presidente promete, se compromete, jura, afirma y subraya que desea una reforma migratoria integral, que saque de las sombras
a más de 11 millones de seres humanos que otros han proclamado ilegales
, y que celebre la herencia de este país, que fue fundado y construido por inmigrantes (como dicen algunos indígenas estadunidenses, los primeros indocumentados que entraron sin permiso a este país fueron los colonos anglosajones).
El presidente Barack Obama recientemente ha realizado una serie de actos y declaraciones para reafirmar su compromiso por una reforma migratoria, incluida una reunión con unos 70 líderes latinos y de organizaciones pro migrantes, donde los asistentes expresaron su gratitud por sus palabras, pero advirtieron que no era suficiente. Hechos y no declaraciones, fue el coro común.
La semana pasada convocó a otra reunión en la Casa Blanca, esta vez con lo que su equipo llamó “hispanos influyentes”, entre ellos José Díaz Balart, conductor de noticias cubanoestadunidense; Emilio Estefan (el esposo de Gloria); America Ferrara, la actriz de televisión estrella de Ugly Betty; Eva Longoria, la actriz de la serie Desperate Housewives; Don Francisco, el conductor de Sábado Gigante; María Elena Salinas, conductora de noticias de Univision; Eddie Piolín Sotelo, personaje de radio; la actriz Rosario Dawson, y Vanessa Hauc, periodista del programa Al rojo vivo, de Telemundo. Sin un solo líder latino ni un líder inmigrante presente, el presidente dijo a los influyentes
que estaba comprometido en promover algún tipo de reforma migratoria. Pero otra vez, fue la imagen
más que una propuesta en concreto lo que imperó en el acto de alto perfil.
Más de dos años después de prometer que una reforma migratoria integral estaba entre sus prioridades políticas, Obama no ha logrado ni reformas parciales. Tal vez podría explicar que las dinámicas políticas estadunidenses, sobre todo en medio de una recesión severa, habían imposibilitado mayores logros. Pero esto se combina con lo que sí ha logrado: deportar una cifra récord de inmigrantes indocumentados (casi 400 mil el año pasado). Y aunque ha suspendido las redadas dramáticas de trabajadores, ha sustituido esta táctica brutal con algo tal vez más efectivo –un sistema para obligar a empresas a despedir a trabajadores que no pueden comprobar su estado migratorio legal–, que continúa teniendo efectos devastadores para los inmigrantes.
A la vez, el gobierno de Obama se ha congratulado por haber desplegado más agentes de Patrulla Fronteriza, y más agentes de inmigración en la frontera, respaldados por más Guardia Nacional.
Mientras tanto, en el vacío dejado por Washington en el rubro de la migración, políticos locales antimigrantes en varios estados continúan impulsando proyectos de ley estilo Arizona para criminalizar a los indocumentados, la más reciente en Georgia, donde el gobernador está por promulgarla.
Ante ello, la sospecha es que la retórica e imagen sobre el tema por el presidente en días recientes tiene más que ver con el arranque de su campaña de relección que con posibilidades reales de una reforma de aquí a las elecciones de noviembre del 2012. Y es que el voto latino sí fue parte clave de la elección de Obama (obtuvo 67 por ciento de ese voto en 2008).
Sin duda es alarmante que, en las últimas elecciones intermedias, una cantidad sin precedente de votantes latinos simplemente no acudieron a las urnas (sólo 31 por ciento de los votantes latinos, según el Centro Hispánico Pew). Los analistas consideraron que muchos estaban desencantados con el fracaso de Obama y su partido en cumplir varias promesas, incluida la de una reforma migratoria. De hecho, se ha registrado un desplome de 25 puntos porcentuales en el apoyo de Obama por latinos desde el inicio de su gestión presidencial, reportó el Washington Post.
Para el representante federal demócrata Luis Gutiérrez, es inaceptable que este gobierno lleve a cabo una de las deportaciones más masivas de inmigrantes en la historia del país
. Criticó al presidente al declarar que él vino a nuestros barrios, a nuestras comunidades, ofreció discursos
, pero advirtió que el error de los latinos fue vincular nuestra lucha por derechos a un grupo político
. Sugirió ignorar la lealtad histórica al Partido Demócrata e insistir sobre la prioridad de defender nuestros derechos humanos
, reportó el Mercury News.
Desde que Supermán cayó sobre Estados Unidos, cuando fue enviado en un cohete por sus padres desde el planeta Kriptón para salvarlo, el superhéroe ha sido un emblema del país al cual llegó desde muy lejos. Pero, como reporta el Huffington Post, Supermán renunciará a su ciudadanía estadunidense en el próximo número de su comic Action Comics#900, en parte para responder a la percepción de que sus acciones en el terreno internacional son parte de la política estadunidense. Así, uno de los inmigrantes más famosos del país afirma que “la verdad, la justicia y el american way… eso ahora ya no es suficiente” en su lucha por el bien.
Muchos otros inmigrantes estarían de acuerdo con Supermán de que ya no es suficiente este american way of life. Tal vez Supermán podrá impulsar lo que los políticos de la superpotencia no han logrado: promulgar una reforma migratoria. Si no, Clark Kent tendrá que seguir reportando declaraciones y no hechos.