San Diego, 2 de mayo. El presunto narcotraficante mexicano Benjamín Arellano Félix se declaró hoy inocente de cargos de asociación delictuosa, lavado de dinero y narcotráfico, al ser presentado ante una corte federal estadunidense en San Diego.

Vestido con el uniforme anaranjado que identifica a los presos en el Centro Metropolitano de Correcciones, la cárcel federal en San Diego, California, el acusado de 57 años de edad se declaró inocente a través de sus abogados Jan Ronis y Anthony Colombo.

El detenido fue trasladado encadenado de tobillos y muñecas a la cintura. Por lo menos seis oficiales del servicio federal de vigilancia permanecieron en la corte durante la presentación, como medida de seguridad.

A la entrada del edificio de la corte también se revisó detalladamente al público.

Arellano Félix compartió durante unos años la lista de los 10 más buscados por las autoridades estadunidenses, que también incluía al ahora fallecido líder terrorista Osama Bin Laden.

Benjamín Arellano Félix permanecerá sin derecho a fianza en un pabellón de alta seguridad del penal hasta la primera audiencia, programada para el próximo 23 de mayo.

El juez del caso es el mismo que el año pasado sentenció a cadena perpetua a su hermano menor, Francisco Javier El Tigrillo Arellano Félix, el magistrado Larry Burns.

Burns también ha presidido los juicios de por lo menos nueve lugartenientes de la organización de los hermanos Arellano Félix, todos, excepto El Tigrillo, extraditados por el gobierno mexicano.

Ronis informó al juez que tomó el caso de Benjamín Arellano desde el año pasado, cuando extraoficialmente se había informado en San Diego que sería extraditado. Ronis dijo que desde entonces entró en contacto con familiares del acusado que radican en México.

El juez añadió que este mes resolverá si la acción del abogado se traduce en conflicto de intereses en el caso.

Los cargos contra Benjamín fueron formulados en 2003, colectivamente contra el acusado y otros 11 cabecillas y lugartenientes de la organización que entonces dirigían los Arellano Félix.

Es la primera vez que el gobierno de Estados Unidos acusó a todos los miembros de una organización narcotraficante por asociación delictuosa.

Benjamín Arellano es el último de los hermanos Arellano Félix extraditado de México a San Diego. De todos los incluidos en el proces de 2003, solamente el lugarteniente Gustavo Rivera Martínez permanece prófugo.