En la ciudad de México, por lo menos 805 calles de diferentes colonias están cerradas por plumas, macetas, rejas o casetas, lo que impide el libre tránsito peatonal y vehicular, o bien son de acceso restringido, precisa un informe de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) entregado a la Asamblea Legislativa (ALDF).

El reporte, fechado el 13 de abril y signado por el titular de esa corporación, Manuel Mondragón y Kalb, detalla que la delegación Cuauhtémoc es la que mayor número de calles tiene con esas condiciones, con 110, seguida por Tlalpan, con 92; Gustavo A. Madero, 85; Álvaro Obregón, 82; Coyoacán, 81; Venustiano Carranza, 75; Iztapalapa, 73; Iztacalco, 68, y Miguel Hidalgo, 44.

De acuerdo con el documento de la SSP-DF, se instruyó a los directores de la policía de proximidad –que están distribuidos a lo largo de las 16 demaraciones territoriales– a recabar los datos de las calles que están vedadas al libre tránsito peatonal o vehicular. Añade que no sólo los vecinos, en particular, incurren en esas prácticas, sino también empresas o instituciones diversas, ya sean de índole académica o social.

El documento de Mondragón y Kalb enviado a los diputados locales da cuenta, también, de que las delegaciones con menor cantidad de calles cerradas son Magdalena Contreras, con 23; Benito Juárez, 22; Azcapotzalco, 21; Xochimilco, 17; Cuajimalpa, siete; Tláhuac, cinco, y la única que no tiene ese problema es Milpa Alta, remarca el oficio.

Entrevistada al respecto, la diputada por Gustavo A. Madero Lizbeth Rosas consideró: yo creo que esas cifras no son reales, creo que son mucho más los vecinos que tienen una pluma, una caseta o una reja, debido a la inseguridad que se vive en algunas zonas de esta capital.

Citó el caso de la colonia Lindavista, que prácticamente está toda cerrada con rejas, aunque se ha logrado avanzar, mediante el acuerdo con los vecinos, en ir retirando esas estructuras metálicas, pues significa un problema ante algún siniestro, al impedir el paso a las unidades de emergencia o los camiones de gas y de limpia.

La legisladora perredista añadió que la situación se agrava cuando ya no es sólo la reja, sino que se han multiplicado los casos de jaulas para resguardar vehículos, lo que conflictúa más liberar los espacios comunes.

Enrique Vargas, jefe delegacional de Azcapotzalco, agregó que los cierres de calles generan más riesgos que beneficios. Expresó que en el caso de su demarcación la gente llega a ese extremo para evitar el paso de tráileres.

Los datos enviados por la SSP-DF a la Asamblea Legislativa ayudarán para que los diputados locales analicen esa situación y legislen al respecto.