México es un país que no destaca en crecimiento económico, aseguró este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI). La dependencia comercial respecto de Estados Unidos es una de las mayores vulnerabilidades de la economía mexicana, sostuvo Nicolás Eyzaguirre, director del departamento del hemisferio occidental del organismo. Una forma de reducir esa dependencia, planteó, es volver la mirada a la producción agropecuaria y a la demanda de alimentos en Asia, especialmente en China e India. México tiene potencial para aumentar la producción de alimentos y exportarlos a Asia, dijo.

El FMI dio a conocer ayer en la ciudad de México la revisión semestral del comportamiento de las economías y los sistemas financieros del continente americano. El informe menciona que la región de América Latina y el Caribe mantiene el crecimiento a un ritmo vigoroso impulsado por el fuerte aumento de la demanda interna. Aunque el organismo considera que probablemente sea necesario que los gobiernos de la región, en especial en Sudamérica, comiencen a retirar más rápido los estímulos fiscales y monetarios que pusieron en práctica durante la crisis de 2009 para mitigar los crecientes riesgos de calentamiento en las economías de los países que están recibiendo grandes cantidades de divisas provenientes de los mayores precios de materias primas y de capitales de corto plazo.

En una conferencia en la sede del Banco de México, Eyzaguirre destacó que en los últimos meses la economía mexicana se ha destacado en la región por el manejo de la cuenta fiscal –con un déficit moderado, a diferencia de otras naciones que han emprendido acciones de estímulo a la actividad productiva con recursos públicos– y la política monetaria –de control de la inflación–, pero no así en el desempeño de la actividad productiva.

Pero, apuntó, desgraciadamente México no ha destacado en el crecimiento económico sostenido ni en la generación de reformas para mejorar la capacidad productiva. En los últimos 10 años, mencionó, la economía no ha superado un promedio de crecimiento de 3 por ciento anual. México tiene un problema de bajo crecimiento. No hay duda, aseguró.

La forma en que las autoridades mexicanas condujeron la política fiscal y monetaria en los años de la reciente crisis económica y financiera ha dado al país la posibilidad de salir de manera equilibrada de la contracción del producto interno bruto en 2009, que fue de 6.5 por ciento, la más pronunciada en la región. Ese elemento es importante para garantizar, la sustentabilidad del crecimiento. Pero, añadió, no es condición suficiente para que haya un crecimiento del país.

Eyzaguirre destacó que la economía mexicana mantiene una relación de dependencia respecto de lo que ocurre en Estados Unidos, aunque en menor medida que en años anteriores, según expuso. Dijo que los consumidores estadunidenses están incrementando su gasto después de que la crisis de 2009 y 2010 los forzó a reducir su gasto, lo que representará un impulso a la demanda de productos manufactureros mexicanos.

Es en el comercio de productos manufacturados donde se mantiene la dependencia, no así en cuanto a los servicios o las inversiones, aseguró. Sin embargo, destacó que México podría tomar acciones concretas para reducir esa dependencia que tiene su economía de las compras por Estados Unidos de productos manufacturados. La forma de hacerlo, según planteó, es regresar a la producción de alimentos.

México puede producir alimentos, planteó Eyzaguirre. Los precios de las materias primas agropecuarias están ahora en niveles históricamente altos en parte por una mayor demanda en países asiáticos y en especial en India y China. La demanda generada por esas naciones, aseguró, no es cosa de uno o dos años, sino que se mantendrá, y de manera creciente, por los siguientes 10 o 15 años.

Lo que puede hacer México para reducir su dependencia comercial de Estados Unidos, planteó, es incrementar su relación con los países de Asia y, particularmente, en la actividad agroalimentaria.

El informe presentado por Eyzaguirre, titulado Perspectivas económicas; las Américas: atentos al sobrecalentamiento, menciona, en el caso de México, que dada la fase del ciclo económico “el desafío consiste en ajustar gradualmente la política monetaria (hasta ahora con un sesgo de contención de la inflación) ante el cierre inminente de la brecha de producto, lo que en el lenguaje del organismo quiere decir que el nivel de producción se acerca al que es posible lograr con la capacidad instalada en el país.