En la madrugada de ayer comenzó la liberación de los centros de transferencia de desechos sólidos de la ciudad de México. A las 4 horas, los camiones que se habían encerrado en los campamentos de las 16 delegaciones pudieron descargar en los depósitos.

De acuerdo con los operadores de las unidades de limpia, la suspensión de labores en el Bordo Poniente afectó en un 50 por ciento las actividades, ya que el primer turno se realizó con normalidad.

Sin embargo, reconocieron que de prolongarse el conflicto la ciudad tendría graves problemas, ya que se trata de miles de toneladas de basura diarias. El jueves por la tarde, algunos de los operadores descargaron sus unidades en el tiradero de Chiconautla, estado de México.

Explicaron que un camión de basura tiene capacidad de almacenamiento de seis toneladas por recorrido; si la unidad completa dos rutas por día, son 12 toneladas.

Retrasar el servicio, aunque sea sólo por algunas horas, es un problema de sanidad grave para la ciudad de México, advirtieron.

Tan sólo en la delegación Cuauhtémoc se tienen 200 camiones que descargan en promedio diariamente 2 mil 400 toneladas de basura, es decir, un día de retraso repercute severamente por el almacenamiento de los desechos.

Los problemas en el relleno sanitario Bordo Poniente empezaron hace una semana, cuando se prohibió recibir los desechos generados por construcciones y materiales consolidados, situación que se agudizó con el retraso en el pago a las empresas encargadas de trasladar los desechos de los centros de transferencia al Bordo Poniente.

Pese a que no se vio afectada la recolección de basura en su totalidad, ya que los carritos de basura descargaron normalmente y los camiones pudieron mantener la carga de desechos, los trabajadores de limpia y transporte alertaron que es un riesgo para los capitalinos que haya problemas en el Bordo Poniente.

El secretario de Obras, Fernando Aboitiz, aseguró que el Gobierno del Distrito Federal cuenta con un plan B en caso de que los rellenos sanitarios del estado de México se nieguen a recibir la basura generada en la ciudad, ante el cierre del Bordo Poniente, el 31 de diciembre.

Al término de una reunión con 15 trabajadores de la planta de selección, a quienes invitó a incorporarse a la clasificación de residuos sólidos inorgánicos, informó que son tres estados donde se analiza enviar no basura, sino materia prima, empacada y enfardada, en ferrocarril, con un costo 500 por ciento menor respecto de un tractocamión.

Con la clasificación se reducirán de 9 mil toneladas a 7 mil, por lo que se hará uso de los 412 millones de pesos del Fondo Metropolitano para mejorar la planta y garantizar el empleo de mil trabajadores. Asimismo se analiza comercializar la composta, señaló el funcionario capitalino tras destacar que se regularizó el servicio de limpia en la ciudad.