Viernes 6 de mayo de 2011, p. 19
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó la muerte –hasta ayer por la tarde– de seis mineros en el pozo tres de la empresa Beneficios Internacionales del Norte (Binsa), en Sabinas, Coahuila. Dijo que es urgente acabar con la corrupción
que cobija a empresarios mineros y les permite eludir la adopción de normas adecuadas de seguridad en los socavones.
El sacerdote Manuel Corral, secretario ejecutivo de relaciones institucionales de la CEM, señaló en entrevista que mientras se dé la vuelta a ley
, continuará ese tipo de accidentes, por lo que demandó que en general se mejoren las condiciones laborales de los mineros en esa zona y en todo el país.
También expresó sus condolencias a las familias que perdieron a sus seres queridos en la explosión del martes pasado y a las que aún no tienen noticias sobre sus parientes, puesto que las espectativas no son esperanzadoras. Criticó que muchos empresarios del ramo lo único que buscan es enriquecerse de una forma más vil, a costa de la vida de personas que tienen que vender su trabajo sin mirar los riesgos, para poder comer
.
El clérigo insistió en que el nuevo accidente de la región carbonífera de Sabinas pone de manifiesto que ante la llamada de atención de Pasta de Conchos no se hizo nada o se hizo muy poco para mejorar las condiciones de los mineros, ya que persisten la explotación laboral y las condiciones infrahumanas de trabajo
. Expuso que deben analizarse las regulaciones para otorgar concesiones y para supervisar las operaciones en las minas, subsanar si existen lagunas legales
o si bien las leyes son adecuadas, pero no se cumplen o se acomodan al interés
de los grupos de poder
en este ámbito.
Corral recordó que después del accidente de Pasta de Conchos (en 2008) entró en vigor la norma oficial mexicana (NOM) 032, referente a la seguridad para minas subterráneas de carbón, pero indicó que tal parece que la aplicación de algunas regulaciones se incumple o no se supervisa
. Añadió que ya debe ponerse un alto a los chantajes
de algunos empresarios mineros para dar la vuelta
a la ley.
Remarcó que lo que debe prevalecer es el estado de derecho en todas las esferas porque, de lo contrario, seguirán ocurriendo situaciones tristes y lamentables
como las de Sabinas, Coahuila, y exhortó a detener la infamia
que significa que los trabajadores del carbón laboren en condiciones riesgosas y sin prestaciones de ley.