Al escuchar la alerta sísmica hay que replegarse a los sitios estructuralmente más sólidos, colocarse junto a una mesa, cama o escritorio, no debajo; esperar ahí a que pase el sismo para desalojar el inmueble y concentrarse en los puntos de encuentro, así lo señala el nuevo protocolo internacional en la materia.

Antes la instrucción era ponerse abajo del marco de alguna puerta y ahí esperar a que pase el sismo, posteriormente se comenzó a decir que había que salir del edificio lo más rápido posible, pero después de muchos estudios y de la visita a Japón, donde están más desarrollados en materia de protección civil, se acordó adoptar nuevas medidas, dar un salto cualitativo, explicó el secretario de Protección Civil del Distrito Federal, Elías Miguel Moreno Brizuela.

Entrevistado luego del simulacro de sismo con una intensidad de 8.1 en escala de Richter, con epicentro en San Marcos, Guerrero, en el que participaron 51 oficinas del Gobierno del DF y delegaciones, efectuado ayer, el secretario detalló que la evacuación se realiza para verificar que el edificio no resultó dañado. A lo mejor no se cayó en ese momento, pero en una réplica posterior puede desplomarse.

En el caso de unidades habitacionales y casas particulares afirmó que debe haber un programa interno de protección civil. Estamos impulsando el plan familiar, podemos preguntarle a un maestro de obra, no necesariamente a un arquitecto, cuál es la parte de la casa estructuralmente más sólida, e ir ahí en caso de un sismo.

El jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubon, recordó que esta tarea de prevención comenzó hace más de un año con la colaboración de la ONU. El objetivo es preparar a la ciudad, tener la mejor información, los mejores especialistas y el programa más serio de Protección Civil.

Desglosó que las líneas de acción son: mayor participación social y entrenamiento de todas y todos, para tener una mejor reacción; tener listas, capacitadas y organizadas 600 brigadas del gobierno de la ciudad. La meta es de mil 500 grupos de apoyo que deben desplegarse en menos de dos horas, frente a la eventualidad de un gran sismo.

Ampliar el Sistema de Alerta Sísmica, primero en escuelas y hospitales, y después en oficinas y establecimientos, y la última, revisar las edificaciones y disminuir zonas de riesgo.

En lo que va de este año se han efectuado cinco simulacros (escuelas, hospitales, gaseras y gasolinerías, transporte público y oficinas de gobierno) en dos mil 889 inmuebles, en los que han participado un millón 817 mil 219 personas.

Tras el simulacro, el jefe delegacional de Milpa Alta, Francisco García, reconoció que el edificio de la demarcación carece de rampas que faciliten la pronta salida de los trabajadores y la señalización de puntos de reunión en caso de contingencia.

En 60 inmuebles de la Procuraduría General de Justicia del DF participaron más de tres mil servidores públicos y 400 usuarios, quienes desalojaron en un tiempo de seis minutos y 30 segundos.