Madrid, 6 de mayo. Un tribunal condenó al escritor español Arturo Pérez-Reverte por plagio, pues determinó que el guión que supuestamente había escrito para la película Gitano, estrenada en 2000, lo habría copiado de un texto escrito por el Antonio González-Vigil y registrado en 1996.

El autor de La reina del sur deberá pagar dos indemnizaciones de 80 mil euros (120 mil dólares) cada una por daños y perjuicios morales y patrimoniales al escritor plagiado y a la productora Dato Sur S.L, que había realizado el trabajo de preproducción para llevar el guión a la pantalla grande.

Diez años después de iniciado el proceso legal ya hay una sentencia que aclara la polémica surgida tras el estreno de Gitano, con el supuesto guión de Pérez- Reverte, que tenía como protagonistas al bailaor Joaquín Cortés y a la modelo Laeititia Casta, con dirección de Manuel Palacios.

La trama de ambos textos –el original y el que se atribuye a Pérez-Reverte– es casi idéntica: narran la historia de un artista gitano que sale de la cárcel después de cumplir una condena de dos años por un crimen que no cometió.

La Audiencia Provincial de Madrid sometió ambos textos a siete informes periciales para establecer si se había cometido el delito de plagio y la conclusión es en contra de los intereses del autor de la saga del capitán Alatriste, quien siempre defendió su inocencia y acusó a González-Vigil de ser un autor desconocido que sólo pretendía ganar fama a su costa.

En una parte de la resolución judicial se determina que existe un alto grado de coincidencia entre ambas obras. Ambos protagonistas salen de la cárcel al comienzo del guión, en sendos supuestos acaban de cumplir condena de dos años por un delito de drogas. En ambos guiones el protagonista mantiene una relación sexual con una prostituta en su casa; en ambos casos el protagonista se rencuentra con su antiguo amor, que trata de seducirle de nuevo y que también trata de traicionarlo de nuevo. Y así hasta 65 coincidencias señaladas en la sentencia.

Los magistrados además sostienen su veredicto en la opinión de dos expertos, los cuales concluyeron que no había duda del delito de plagio perpetrado por Pérez-Reverte.

Se trata de la primera sentencia que lo condena por plagio, ya que en ese mismo proceso se habían dictado dos fallos previos que exoneraban al autor.

Pérez-Reverte respondió airado a la resolución, al afirmar que se trata de una emboscada y una clara maniobra de chantaje.

El escritor añadió que en este proceso le han hecho una cama (traición) preciosa. Que me digan que necesito copiar un guión de un tío que no conozco ni por lo visto conoce nadie es tan grotesco y ridículo, que sería de reírse si no hubieran llegado tan lejos como han llegado.