Tel Aviv pone en estado de alerta a sus fuerzas de seguridad
Sábado 14 de mayo de 2011, p. 22
Ramalá, 13 de mayo. Palestinos de distintas corrientes políticas marcharon hoy en Cisjordania y Gaza en el comienzo de la conmemoración del Nakba o Día de la Catástrofe, que marca el 63 aniversario de la persecución y expulsión de sus territorios por Israel, en medio de un gran despliegue de fuerzas de seguridad israelíes que fueron puestas en estado de alerta ante el riesgo de violencia.
La concentración, en un ambiente optimista que siguió a una realizada ayer en la aldea de Beit Lahm, en la ciudad de Belén, llamó a la unidad de todas las fuerzas frente a la ocupación israelí de los territorios palestinos. No obstante, también la Autoridad Nacional Palestina destacó policías para evitar enfrentamientos con las fuerzas israelíes.
Al menos 25 jóvenes palestinos fueron detenidos en Jerusalén por perturbar el orden público
, dijo la policía israelí, en tanto que en Silwan, un barrio árabe de Jerusalén este, escenario de actos de violencia casi cotidianos, una decena de palestinos y un soldado israelí resultaron heridos.
El Día de la Catástrofe, en que los palestinos organizan marchas y encuentros desde este viernes hasta el domingo, rememora el 15 de mayo de 1948 cuando fuerzas israelíes, con el beneplácito de las potencias mundiales, expulsaron a más de 700 mil palestinos de sus tierras para propiciar la creación del Estado de Israel.
Entonces los palestinos vieron arrasadas por militares israelíes más de 500 de sus aldeas, y un total de 4.7 millones fueron obligados a refugiarse en países vecinos, donde muchos aún residen.
La resolución 194 de Naciones Unidas dispone que los refugiados que deseen regresar a sus hogares y vivir en paz con vecinos deberían ser autorizados lo antes posible
. Pero todos los gobiernos israelíes se han negado a aplicar este derecho por temor de que su población quede en minoría.
Los manifestantes ondearon banderas palestinas y de organizaciones políticas, en particular de los movimientos mayoritarios Al Fatah, que gobierna aquí, y del islamita Hamas, que controla la franja de Gaza desde junio de 2007.
Asimismo, hubo denuncias de que el régimen israelí agrava la situación de los residentes en Gaza y busca sembrar la discordia entre Hamas y Al Fatah.
En Belén mostraron una inmensa llave como símbolo de su optimismo para regresar a su hogar, una vez que se establezca el Estado palestino independiente con capital en la zona oriente de Jerusalén. El derecho natural de retorno
de los palestinos a sus tierras, era la consigna, con menciones de los nombres de aldeas y poblados de los que sus antepasados fueron desterrados.
Tel Aviv ordenó a la policía vetar la entrada de algunos musulmanes a la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar sagrado del Islam situado en Jerusalén este, durante los rezos de hoy, y dejar pasar solamente a hombres mayores de 45 años, mujeres y portadores de documentos específicos.
También se prevén movilizaciones en Líbano, Jordania y otras partes del mundo, en tanto que la policía en Egipto dispersó a manifestantes que frente a la embajada de Israel en El Cairo pedían la expulsión del embajador y la ruptura de relaciones con Tel Aviv.
Las autoridades egipcias cerraron el acceso al Sinaí, fronterizo con la franja de Gaza, y reforzaron la seguridad para impedir una marcha de protesta desde El Cairo hacia territorio palestino.
En Washington se anunció la renuncia del enviado estadunidense para Medio Oriente, George Mitchell, tras dos años en el cargo sin dar resultados en la mediación del conflicto árabe-israelí.