Opinión
Ver día anteriorSábado 14 de mayo de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Apuntes Postsoviéticos

Días de ira

E

n Ucrania –república eslava, la segunda en importancia de la ex URSS en términos de población y potencial económico, y la tercera en extensión territorial, después de Rusia y Kazajstán–, el gobierno de Viktor Yanukovich enfrenta hoy el comienzo de los días de ira.

Así llaman sus adversarios a las protestas masivas indefinidas contra las reformas que realiza Yanukovich, y que los politólogos asocian con el capitalismo de cuates –preferentemente favorable a los magnates de Donietsk y del este– que construye en Ucrania a costa de los menos favorecidos, la mayoría de los contribuyentes.

En 2010, según datos recientes, el número de multimillonarios se triplicó en Ucrania, mientras 60 por ciento de la población nada pudo hacer para detener la caída de sus ingresos y evitar, en última instancia, su empobrecimiento.

El malestar de los ucranianos se origina, como en tantos otros sitios en el mundo, en el desorbitado aumento de precios, la repentina subida de las tarifas de la luz, el gas, el agua, en el sistemático retraso del pago de salarios, en el creciente desempleo o temor a perder el trabajo, en el alto grado de corrupción, sin hablar ya del negativo efecto emocional que producen las restricciones en materia de derechos civiles y libertades.

La semana entrante, el jueves, se sumarán a la ola de inconformidad los empresarios. Bajo la consigna de ¡Adelante!, quieren que el Parlamento y el gobierno escuchen su demanda de cambiar la legislación fiscal.

Para el responsable de las reformas económicas, el vicepremier Serguei Tigipko, el problema de fondo es la corrupción. Mientras pedimos paciencia a la población, las dependencias fiscales y aduaneras no dan paso sin soborno de por medio, lamentó.

Hasta el Partido Comunista, que forma parte de la mayoría presidencialista en el Parlamento, empezó a criticar a sus aliados y se sumó a algunas acciones de la oposición contra el gobierno.

El entorno más cercano de Yanukovich, en cambio, atribuye el auge de las protestas a fuerzas externas, que están interesadas en desestabilizar Ucrania mediante escenarios similares a los que se aprecian en el Norte de Africa.

No obstante, la falta de unidad en los grupos inconformes y la ausencia de nuevos líderes, hace pensar que el gobierno podrá resistir este periodo de malestar.