Integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) anunciaron ayer que este domingo efectuarán una protesta pública durante su concierto en el Palacio de Bellas Artes, debido a los diversos problemas técnicos que afectan la sala principal de ese recinto desde su reapertura, el 19 de noviembre de 2010.

En específico, aludieron a la nueva concha acústica, cuyos montaje y desmontaje, a su decir, han retrasado desde ese primer día los ensayos e incluso puesto en peligro la realización de los conciertos, por el excesivo tiempo que requieren ambos procesos, al tener que hacerse de forma manual y no mecánica, como estaba previsto.

Ese problema incluso obligó a las autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) a suspender un par de conciertos que la agrupación debía ofrecer el último fin de semana de noviembre del año pasado, sólo unos cuantos días después de la reinaguración.

Además de la protesta de este domingo, los atrilistas elaboraron una carta dirigida a la directora general del INBA, Teresa Vicencio –fechada el pasado viernes y de la cual La Jornada tiene una copia–, en la que puntualizan a la funcionaria el problema y le piden su intervención para solucionarlo.

Lista de aberraciones

De acuerdo con la fagotista Wendy Holdaway, quien es principal de esa sección de instrumentos en la OSN, desde la reapertura del Palacio de Bellas Artes los músicos de la orquesta han tenido que enfrentar diversos problemas técnicos que les dificultan desarrollar de forma correcta su trabajo.

Primero fueron las luces, situación que ya fue corregida; luego, la cuestión de la acústica y la amplificación electrónica son una aberración; pero el gran problema ha sido con la concha acústica nueva, que no funcionó desde el principio. Los técnicos se quejan porque su colocación requiere mucho tiempo: hora y media, cuando la anterior sólo necesitaba de entre 15 y 20 minutos, explicó la intérprete en entrevista.

Ahora hay muchas fricciones entre los grupos artísticos que actuamos en el Palacio de Bellas Artes, en particular con el Ballet Folclórico. La orquesta entra casi en el mero momento de ofrecer el concierto, sin haber calentado, ni checado bien los instrumentos. Frente al público debemos siempre dar buena cara y tocar buena música, aunque no tenemos las condiciones básicas.

Holdaway sostuvo que esas circunstancias han causado malestar entre los integrantes de la OSN desde hace tiempo, pero que lo hicieron público hasta ahora debido a que esta semana la situación con la concha acústica se agravó, al extremo de que el ensayo del jueves se retrasó 40 minutos.

Ese hecho molestó al director Lior Shambadal, quien fue contratado como huésped para el par de conciertos de este fin de semana. “Su enojo fue tanto –contó la fagotista– que se quejó con los encargados de la orquesta; les dijo que era algo inaceptable; que nunca había visto algo así; que eso perjudicaba a la música; que él estaba para hacer música, no política, pero que no podía quedarse callado ante la situación.”

En principio, los músicos habían planeado para este domingo una protesta de arcos caídos, pero decidieron tocar para no afectar a un compañero violinista que actuará como solista, y expresarán su descontento con colocación de mantas y la lectura de un comunicado, indicó Holdaway.

Lo único que queremos es hacer música y hacerla bien. No buscamos nada extra, ni perjudicar a nadie; sólo queremos estar en la sala a tiempo y en condiciones adecuadas para hacer bien nuestro trabajo, lo cual no podemos por las condiciones en las que nos encontramos.