n su reciente visita a Washington, el licenciado Felipe Calderón provocó risas entre los asistentes a una comida organizada por el Consejo de las Américas, al criticar el uso medicinal de la mariguana, una práctica que es legal en varios estados del país vecino. De acuerdo con la nota de Claudia Herrera publicada aquí (La Jornada, 12 de mayo de 2011), Calderón Hinojosa señaló en tono de broma: Eso me recuerda lo que en México es popular, el llamado uso medicinal del tequila. Tienes gripa, tómate un tequila; si no se te quita la gripa, se te olvida
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Los extractos de la planta de la mariguana (Cannabis sativa) han sido utilizados desde hace siglos por diferentes culturas para enfrentar enfermedades. El descubrimiento del delta 9-tetrahidrocannabinol (THC), su principal principio activo, y la identificación de receptores a esta molécula en las células humanas, así como de sustancias análogas producidas por el organismo (endocanabinoides), han favorecido el conocimiento de su papel fisiológico y han abierto importantes líneas de investigación sobre sus posibles efectos terapéuticos.
Son bien conocidos los efectos de la mariguana en el tratamiento de las náuseas y vómito posteriores a los tratamientos con quimioterapia en los enfermos de cáncer, así como en la promoción del apetito en estos pacientes. (Por ejemplo: Mechoulam, R. y Hanus, L. Pain Res. Manage 6(2):67-73, 2007).
En una revisión realizada por Shaheen Lakhan y Marie Rowland publicada en diciembre de 2009 en el BMC Neurol., los autores documentan de manera rigurosa los estudios sobre los beneficios terapéuticos del THC y del cannabidiol (un extracto que carece de los efectos sicoactivos de la planta), en el tratamiento de los síntomas de la esclerosis múltiple, una grave enfermedad autoinmune.
José Alexandre Crippa y sus colaboradores del departamento de neurociencias y ciencias de la conducta en la Universidad de Sao Paulo, analizan, también en una revisión reciente, los usos terapéuticos de los canabinoides en la siquiatría. Encuentran una utilidad médica potencial de estas sustancias a partir de sus propiedades antisicóticas, ansiolíticas y antidepresivas. Su trabajo fue publicado en la Revista Brasileira de Psiquiatria en mayo de 2010.
Por su parte, Campbell y Goran en un artículo publicado en el British Journal of Pharmacology, en noviembre de 2007, examinan los efectos neuroprotectores del THC en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. En 2010, Tiziana Bisogno y Vicenzo di Marzo documentaron sus efectos sobre algunos desórdenes neuroinflamatorios y neurodegenerativos como en la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amiotrófica, la enfermedad de Parkinson y la Corea de Huntington (CNS Neurol. Disord. Drug Targets 9(5):564-73).
En el tema del dolor, la revisión realizada por Elizabeth Rahn y Andrea Hohmann, publicada en 2009 en la revista Neurotherapeutics, revela que los canabinoides tienen un gran potencial en el tratamiento del dolor neuropático (una forma de dolor debilitante crónico y resistente al tratamiento, causado por daños en el sistema nervioso). Otros autores como Hosking y Zajicek han puesto de relieve, en un artículo publicado en 2008 en el British Journal of Anaesthesia, el potencial terapéutico de la cannabis en el tratamiento del dolor. Además, en la actualidad se estudia con toda seriedad el potencial terapéutico de la mariguana en diversos campos médicos como la dermatología y la oftalmología, entre muchos otros.
Los anteriores son sólo algunos ejemplos del enorme potencial terapéutico de la mariguana. Si bien es justo reconocer que no en todos los casos se ha llegado a resultados que puedan ser considerados como concluyentes, lo cierto es que se encuentra abierto un amplio terreno para la investigación biomédica, y en muchos casos se han obtenido resultados muy alentadores en las pruebas y estudios clínicos, para procurar alivio a los enfermos.
Desde un punto de vista médico, todas las herramientas farmacológicas pueden ser de gran utilidad y no deben ser desdeñadas por tratarse, como en el caso de la cannabis, de una planta prohibida a partir de la ignorancia.
Cuando escuché por la radio el chiste del licenciado Calderón sobre el uso de la mariguana con fines médicos, la sensación que me produjo no fue de risa, sino más bien de preocupación y pena ajena.