La Habana, 18 de mayo. La vicecanciller de Noruega, Ingrid Fiskaa, de visita oficial en Cuba, elogió la política de diversidad sexual de la isla y dijo que se trata de un mensaje muy importante y claro a muchos gobiernos del mundo.

La lucha contra la homofobia es un punto destacado de la política exterior noruega, agregó Fiskaa y agradeció al gobierno cubano su fuerte compromiso con el bienestar y los derechos humanos de las minorías sexuales y su esfuerzo por acabar con la discriminación contra la comunidad gay, aquí y en el resto del mundo.

La viceministra de Relaciones Exteriores habló en la noche del martes ante los invitados a su embajada por la fiesta nacional de Noruega, 17 de mayo, que coincidió con la gira de la funcionaria y además con el día internacional contra la homofobia.

Fiskaa subrayó esas coincidencias y saludó, entre los invitados al coctel, a integrantes de la comunidad homosexual, incluyendo al propio embajador noruego, John Petter Opdahl, quien reside en La Habana con su esposo, el mexicano Francisco Cabrera.

Previamente, por la mañana, la viceministra asistió a la firma de un acuerdo de cooperación entre los dos gobiernos, por el cual expertos noruegos prestarán asesoría a sus colegas cubanos sobre exploración petrolera en aguas profundas, como la que la isla prepara en su zona económica exclusiva (ZEE) del Golfo de México.

Ya hubo dos seminarios conjuntos en esa materia y la próxima semana se realizará el tercero, indicó Fiskaa a la prensa.

Ese acuerdo es independiente de la participación de la compañía estatal noruega Statoil-Hydro en la prospección de seis bloques de la ZEE cubana, junto con la española Repsol y la india OVL. La perforación en ese sector podría empezar este verano, apenas llegue una plataforma contratada a China.

Los dos gobiernos también firmaron un acuerdo de cooperación en acuicultura marina y sendos memorandos de entendimiento sobre desarrollo del comercio exterior y para establecer un mecanismo de consultas políticas.

Fiskaa dijo que Noruega está orgullosa de apoyar el trabajo para salvar vidas que los médicos cubanos realizan en Haití, donde el gobierno de Oslo participa financieramente en un plan tripartita, con los de La Habana y Puerto Príncipe, para reconstruir el sistema de salud de la nación caribeña, devastada por el terremoto de 2010.