enacimiento es la colonia más pobre de García. No hace mucho Javier Rodríguez Calderón, el alcalde de este municipio del área metropolitana de Monterrey, llegó a ser entrevistado por Al Jazeera luego de resultar ileso de un segundo ataque por parte de las bandas criminales que asuelan la región. Renacimiento, me asegura el general Manuel Martínez Olivares, secretario de Seguridad de García, es la colonia más conflictiva.
A invitación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León, dialogué con un grupo de niños de esa colonia sobre el sentido democrático que tiene la asamblea cuando todos, ya sea en la sobremesa familiar, en el grupo de amigos, en la escuela o en cualquier lugar donde se discute algo para tomar una decisión, tienen el derecho de hablar y la libertad de opinar y votar. El deseo de los niños por expresarse sobre el tema era vehemente. Un ejemplo es Amalia, de ojos grandes y pasión por saber y participar. Después les proyectamos Anímate con tu Congreso, video destinado a un público infantil realizado por el Canal del Congreso (fue obsequio de Leticia A. Salas, su directora, al Centro de Estudios Parlamentarios de la universidad pública del estado).
Me pregunto: ¿es casual que pobreza y conflictividad
coincidan? ¿Dónde está el valiente que impida que la pobreza de esos niños, de sus familias, los lleve a engrosar –por lo menos a un considerable número de ellos– las filas de los militares legales o ilegales para continuar la guerra tan inducida como cargada de terror que padecemos los mexicanos? Porque la verdadera valentía radica en crear las condiciones para que una sociedad goce equitativamente de la riqueza disponible, de la salud y la educación necesarias y de las libertades para defender sus derechos, empezando por el de su propia soberanía. No en una inmoral tormenta de espots dramatizados para convencernos de los desmentidos de la realidad insobornable.
La marcha por la paz con justicia y dignidad convocada por Javier Sicilia, el poeta que clausuró su voz poética para no tornarla en acompañamiento de una muerte metódica, como la de su hijo y otros jóvenes, y la de tantos seres inocentes, tuvo un eco mesurado en Monterrey. Salvo muy contadas excepciones, la marcha estuvo exenta de poetas, de escritores en general, de actores, de dramaturgos (una de las excepciones fue el dramaturgo y director de teatro Javier Serna, que montó una dramatización), de artistas plásticos, de moneros. Su ausencia significó fragilidad en una sociedad que requiere robustecerse en su dimensión ciudadana. Y este robustecimiento no puede empezar sino por la asunción de una actitud solidaria y por ejercer el derecho a la opinión sobre los problemas comunes. Fueron los jóvenes quienes reivindicaron tal necesidad. Uno de ellos, con gruesas lágrimas resbalando por sus mejillas, lamentaba a la vez la desaparición de su hermana y no participar en manifestaciones como la de esa tarde sino hasta cuando te toca, y entonces sientes que te arrancan un pedazo de tu carne
.
En la manifestación se generalizó la demanda de la salida de Calderón, y de paso también la del gobernador Medina. El espíritu de que se vayan todos
. Y cuando todos se hayan ido, ¿nadie ocuparía su lugar? En esto los ciudadanos aún no han reparado lo suficiente. No porque se vayan los que no resuelven los problemas y lleguen los que pudiere parecer que los resuelven se van a resolver de verdad. Para que así sea se requiere de instituciones que impidan la ineficacia, los excesos, la primacía de la voluntad de los funcionarios sobre la ley y los derechos de la comunidad.
A fuer de ser plurales, alguna voz criticó a la universidad pública, que no era tema. El señalamiento fue injusto, pues no hay otra institución de enseñanza superior que sea fuente y albergue de iniciativas favorables a los más desprovistos. No por nada otra voz apuntaba la necesidad de que esta universidad otorgue becas a los hijos de los obreros.
En la semana que siguió fue fundada la Cátedra Jorge Carpizo por la Facultad de Ciencias Políticas de la UANL. El autor de El presidencialismo mexicano y ex procurador de la nación consideró en su discurso que en México no estaban dadas las condiciones para un régimen parlamentario. Me pregunto si esas condiciones están dadas para seguir tolerando un presidencialismo cuyo lastre monárquico y militar le impide a la sociedad mexicana transitar hacia una verdadera democracia. ¿O sólo lo están para que la fuerza política que llegue al poder en 2012, simplemente lo rebobine?
Carlos Fazio, voz certera y experimentada en torno a los procesos de descomposición política y social que subyacen al fascismo, como el que él vivió en su natal Uruguay, habla a los grupos que buscan organizarse. Es claro al advertir que si no se logra detener la militarización de la política, pronto tendremos en México una dictadura cívico-militar. Fazio no aludió al reciente desalojo violento de un grupo de comerciantes marginales a los que se criminalizó previamente para legitimar el operativo en el que participaron la policía municipal de Monterrey, la del estado, la federal y un contingente de soldados. Tampoco aludió al asesinato del médico Otilio Cantú por efectivos del Ejército Mexicano quienes serán juzgados según el código militar y no, como debiera ser, por el fuero común. ¿Exageró el colega de La Jornada en su apreciación?
La realidad busca expresarse de diversas maneras. En el 122 aniversario de su natalicio, la universidad pública rinde un homenaje a Alfonso Reyes en el inicio del Festival Alfonsino. Lidia Rodríguez Alfano ha escardado trozos significativos de su obra referentes al momento que vivimos. A mi vez selecciono uno: “La verdadera traición contra la especie está en entregar la suerte del mundo a los ignorantes y a los violentos. Esta abstención de los mejores es causa de la osadía de los peores, que hoy por hoy hacen su fiesta de sangre. No es menester que, por darles gusto, ‘tomemos partido’ al modo como ellos lo entienden. Nuestro partido está ya tomado: es el de la probidad espiritual, el de la verdad.” El pintor Sergio Villarreal, en la inauguración de su exposición Sueños de reyes, llama a formar un nuevo Ateneo de la Juventud.
Ese mismo día, Alfonso Rangel Guerra y Adolfo Castañón presentan los volúmenes I y II del Diario de Alfonso Reyes. Castañón recuerda la anécdota de una reunión de Reyes en la biblioteca de Lugones. Sobre el escritorio del autor de Lunario sentimental había, bajo un libro, un objeto extraño. Reyes le preguntó a Lugones qué era aquello. Se trataba de una enorme pistola. Mostrándosela, Lugones le respondió: Es el poder ejecutivo
. Poeta y profeta con frecuencia se unifican. Aquella respuesta era una premonición del militarismo que ha ensangrentando nuestros países.