Ciudad Ixtepec, Oax., 20 de mayo. En su tercer día de gira por la frontera sur, el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, dijo que ha podido constatar la complejidad de la migración y la necesidad urgente de encontrar soluciones que permitan ordenar y regular este fenómeno, que es de una responsabilidad compartida de los tres órdenes de gobierno.

Junto con autoridades estatales y municipales, el funcionario federal firmó en palacio municipal el convenio para garantizar el goce, protección y ejercicio de garantías constitucionales relacionadas con medidas de atención y apoyo a favor de extranjeros víctimas del delito. También inauguró las oficinas del grupo Beta de protección a migrantes.

México es sensible a la problemática y al fenómeno migratorio, donde miles de personas tienen la necesidad y el derecho de buscar mejores alternativas de trabajo, de vida, y esto puede sonar a veces muy obvio, pero es un punto de partida trascendente, pues se trata de la necesidad y el derecho de todo ser humano a trabajar, a forjarse una vida mejor, más digna y más humana, dijo.

“Desgraciadamente el secuestro, la extorsión y la trata de personas se convierten en una amenaza que afecta a los migrantes.

A los migrantes que buscan una vida mejor en México se les abren las puertas y les tendemos la mano, pero a los criminales y a quienes los protegen para abusar de ellos y violentar a nuestra sociedad, sólo les espera el castigo con todo el rigor y con todo lo que la ley nos faculta para ponerlos tras las rejas.

En México, la migración no ha sido ni será criminalizada, que le quede claro a todo el mundo, sostuvo.

Blake Mora tuvo también un desayuno en la Casa del Migrante Hermanos en el Camino, donde los salvadoreños José Alberto Espinosa, Claudia Patricia Guillén y Jesús Roel Maldonado le denunciaron agresiones de parte de delincuentes, de personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Policía Federal.

Asistieron al desayuno Félix Antonio Serrano Toledo, presidente municipal de Ciudad Ixtepec; Salvador Beltrán del Río, comisionado del INM; Rafael Romo Muñoz, presidente de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana del Episcopado Mexicano, y Óscar Armando Campos Contreras, obispo de Tehuantepec.

Asimismo, el sacerdote Alejandro Solalinde, quien le dijo al funcionario que como país de tránsito, México ha estado bajo el escrutinio nacional e internacional en los años recientes en cuanto a las violaciones a los derechos humanos de los migrantes, tanto por la delincuencia como por los abusos de las autoridades.

Los secuestros, las violaciones sexuales, las agresiones físicas y los asaltos, por mencionar algunos delitos contra los migrantes, son producto de un sinnúmero de acciones y omisiones que ha permitido un Estado laxo y cada vez más debilitado, apuntó Solalinde.

Existe la disposición, incipiente a nivel estatal y municipal, intermitente a nivel federal, para dar solución a estos problemas estructurales, pero nunca la firme convicción de realizar los cambios necesarios para que la justicia sea una realidad, añadió.

En 11 años México ha hecho pedazos la relación fraterna con otros países de la región, principalmente con los de Centroamérica, y ni ante tantas fosas con migrantes muertos se acepta que esta tragedia humanitaria es provocada por delincuentes nacionales, subrayó.

Horas antes del arribo del titular de Gobernación, Solalinde confió que no esperaba nada de esta visita, que para él era un acto de preparación del gobierno federal ante la llegada, en julio próximo, del relator de las Naciones Unidas programada para estar en el albergue, desde donde habrá de partir la segunda caravana Paso a paso hacia la paz hacia Honduras.