Johannesburgo. La FIFA no es una organización corrupta y no hay evidencia para apoyar recientes acusaciones de acciones ilícitas dentro del organismo, dijo ayer su presidente, Joseph Blatter. El suizo, quien busca la relección, enojado golpeó la mesa cuando discutía alegatos de que miembros del comité ejecutivo de la FIFA habían pedido favores o dinero a cambio de votos en la elección de diciembre para las sedes de los mundiales de 2018 y 2022. No hay evidencia, hemos pedido evidencias, pero este famoso informante estará en la FIFA el miércoles, dijo Blatter en una conferencia, en referencia a una fuente que el periódico británico Sunday Times ha declarado que sabe de faltas.