Pese a haber sido acusados de violar a una menor indocumentada hondureña, dos agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) fueron puestos en libertad el año pasado por las autoridades de Chiapas.

Denunció lo anterior Rubén Figueroa, activista del Movimiento Migrante Mesoamericano, quien advirtió que en meses recientes dicho estado se ha convertido en un paraíso para explotadores sexuales.

Por cuestiones de seguridad se reservó el nombre y la edad de la menor, pero explicó que la víctima estaba secuestrada en un bar de la comunidad de Frontera Comalapa, donde los representantes del INM recibían favores sexuales como pago por dar protección al lugar. A finales de 2010, la menor logró huir del sitio y presentó una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos contra sus atacantes, pero pasaron únicamente cuatro o cinco días en la cárcel por falta de pruebas.

Ahorita la niña está bajo protección de las autoridades consulares hondureñas, y entendemos que la PGR va a apelar la liberación de los funcionarios del INM. Hay una acusación directa contra ellos, con nombre y apellidos, y vemos muy grave que no se haga nada, enfatizó en entrevista con La Jornada.

Asimismo, exigió que el tema sea investigado y no quede impune; alertó que cada vez hay más casos de explotación sexual contra menores y adultos en Chiapas, sin que el gobierno de dicha entidad haya tomado acciones concretas.

El activista especuló que quizá los agentes fueron detenidos por unos días sólo porque justo en ese momento llegó de visita el secretario de Gobernación, Francisco Blake, y una vez que éste se retiró, el tráfico de personas y los abusos contra migrantes volvieron a la normalidad.