Por segundo día consecutivo, los mostradores de Aeroméxico en la Terminal 2 (T2) del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) registraron, por la mañana y mediodía de este martes, largas filas de pasajeros en espera de documentar e iniciar su vuelo, tras el caos registrado en la víspera por el cambio en el sistema electrónico de reservación y documentación de viajeros.

Sin embargo, con el correr del día las operaciones tendieron a normalizarse, en una jornada en que se reportaron nueve vuelos demorados y tres cancelaciones.

El titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Bernardo Altamirano Rodríguez, aseguró que hasta el momento los pasajeros afectados no han presentado ninguna denuncia contra Aeroméxico, aunque afirmó que mantendrá un operativo en los aeropuertos del país para seguir orientando a los pasajeros y estar listos para la defensa sus derechos.

En breve entrevista, tras participar en el foro Televisión digital terrestre: retos y oportunidades, convocado por la Universidad Iberoamericana, aseguró que desde el pasado lunes hemos estado en coordinación con la empresa y con Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Desplegamos nuestros módulos de atención en los diferentes aeropuertos del país, y en la Terminal 2 del AICM, pues hemos estado muy cerca de los pasajeros.

Reconoció que hubo algunos retrasos y, en casos extremos, cancelaciones, pero hasta el momento tenemos información de que en todos los casos la empresa apoyó a los pasajeros con gastos de hospedaje y alimentos, y por lo demás se ha dado seguimiento a los ligeros o amplios retrasos que se han tenido.

En tanto, la aerolínea confirmó oficialmente que el pasado lunes, cuando se inició la modernización tecnológica en la documentación de pasajeros, tenía previstos 582 vuelos, de los cuales 215 (37 por ciento) registraron demoras, mientras otros 35 (6 por ciento) fueron cancelados. Es decir, 42 por ciento de sus operaciones fueron afectadas.

Desde la mañana de ayer, en la T2 –donde opera dicha aerolínea en el AICM– se registraron filas y ciertas aglomeraciones, pero sin llegar al caos vivido el lunes.

En recorrido por el área se observó que los mostradores automáticos ya funcionaron, aunque todavía con lentitud, por lo que personal de la aerolínea agilizaba el registro de pasajeros, incluso de manera manual, y con altavoces anunciaba los vuelos en las filas de pasajeros.

De acuerdo con el Centro de Control Operativo del aeropuerto capitalino, en su reporte de las 19 horas, la situación tiende a normalizarse, con el retraso de nueve vuelos –cinco de llegadas y cuatro salidas– y tres cancelados, a causa de la migración tecnológica aplicada por Aeroméxico.

En el AICM no se puede confiar en las pantallas ubicadas en los ambulatorios y salas de última espera, donde se debiera informar sobre cada operación de aterrizaje y despegue en la terminal, pues los datos que aparecen en ellas no corresponden a lo real.

El sitio web del aeropuerto también presenta grandes fallas para informar a los usuarios sobre la situación de los vuelos. Incluso, para esta última, el problema de Aeroméxico no existió. Nunca reportó vuelos demorados o cancelados. La enorme mayoría de los vuelos aparecían con la leyenda a tiempo, despegó y arribó, aunque no fuera cierto.