Diputados de PRD y PT advirtieron que las diferencias entre el PRI y el Ejército Mexicano, en torno al combate a la delincuencia organizada, manifiesta que la intervención de las fuerzas armadas en la lucha contra los delincuentes debe regularse, porque el Ejecutivo ha expuesto al descrédito a una institución noble e histórica.

Pedro Vázquez, coordinador de la bancada del Partido del Trabajo adujo que en las filas del PRI se advierten dos corrientes que chocan en torno al Ejército Mexicano, y ambas harán crisis en los próximos meses cuando el proceso electoral de 2012 se abra plenamente.

“El tema de la participación de las fuerzas armadas en el combate a las mafias de delincuentes ha tomado un cariz controversial. Felipe Calderón no entendió que el Ejército Mexicano y la Armada de México representan disciplina y han echado raigambre en la identidad de los mexicanos. Desde el movimiento de independencia el Ejército fue identificado con la formación del ser nacional, y ahora en una decisión torpe, que el devenir la hará pagar, Calderón lo expone al descrédito.

Y esto es un asunto que ha pegado entre las filas de un partido tan tradicional como el PRI, donde se debate con fuerza si los solados y marinos deben estar enfrentando a delincuentes o resguardando la soberanía nacional. Eso es lo que finalmente terminará por debatirse en las filas del priísmo, con mira a proceso electoral del año próximo.

Mauricio Toledo (PRD) consideró que el Ejército Mexicano debe retornar a sus cuarteles, porque su tarea fundamental es la salvaguarda de la soberanía.

“El problema es que los cables de wikileaks manifiestan el grado de injerencismo de Estados Unidos en decisiones que solo deben tocar a los mexicanos”, señaló.