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Murió la Pintora de lo Eterno

La comunidad artística y cultural deplora el deceso de la reconocida artista

Se apagó la luz de Leonora, pero sigue la leyenda de la última surrealista

Carrington fue una dama inglesa con un talento extraordinario, manifiesta la embajadora de Reino Unido

Gran honor para México, que viviera y muriera aquí, dice Elena Poniatowska

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Leonora Carrington, en su casa, durante una entrevista con La Jornada en abril de 2010Foto Cristina Rodríguez
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La pintora y escultora en fotografía de Kati Horna, tomada del libro Mujeres surrealistas en México
 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de mayo de 2011, p. 4

La comunidad artística y cultural de México lamenta el fallecimiento de Leonora Carrington, una de las artistas más reconocidas del mundo, que en su obra plasmó metáforas de esa otra vida que son los sueños. Se apagó la luz de la escritora, escultora y pintora, pero seguirá la leyenda de la última surrealista.

La embajadora del Reino Unido en México, Judith Macgregor, emitió un mensaje de condolencias por la muerte de la artista: “Leonora Carrington fue una dama inglesa con un talento extraordinario y una personalidad vibrante. Muchas de sus obras adornan ahora casas, galerías y museos en México.

Una vasta exhibición de su obra fue presentada en 2010 por la Pallant Gallery, en Chichester, Reino Unido, y a principios de este año fue presentada una aclamada biografía escrita por la célebre escritora Elena Poniatowska.

La diplomática señaló que la pintora fue, tal vez, la última integrante del destacado círculo de artistas europeos surrealistas, quienes se establecieron en México después de la Segunda Guerra Mundial. Y durante los pasados 70 años ella fue un verdadero nexo artístico entre el Reino Unido y México.

Una persona mágica

Entre los personajes consultados por La Jornada, la escritora Elena Poniatowska expresó: Es una pérdida irreparable la muerte de Leonora Carrington. Ella no sólo me contó su vida, también me brindó cariño y una sonrisa de apoyo. Fue un gran honor para México que viviera y muriera en este país.

La autora de la novela Leonora, inspirada en la vida de la artista, señaló que en la obra de Carrington están los sueños de su infancia y los cuentos de su abuela Moorheade.

El promotor cultural y responsable del Centro Cultural Estación Indianilla, Isaac Masri, manifestó que la muerte de Leonora Carrington es una gran pérdida para el arte, para México, para el mundo y para mí. En estos momentos muere una persona mágica que transformó la vida de muchos. Muere Carrington, pero seguirá una leyenda.

Para Jorge Alberto Manrique, Carrington fue una pintora extraordinaria y formidable. Recordó que las primeras obras de la artista se exhibieron en la Galería de Arte Mexicano, donde sus piezas fueron reconocidas.

La crítica de arte Teresa del Conde consideró que la vida de la pintora “fue extraordinariamente rica y pródiga en homenajes y reconocimientos. Su obra es fundamental para el surrealismo, aunque ella nunca se consideró surrealista.

Para México ha sido enriquecedor que pasara la mayor parte de su vida aquí, donde nacieron sus hijos, a quienes les envío mi más sentido pésame.

Del Conde subrayó el sentido del humor que caracterizó a la pintora, así como su feminismo y su preocupación por las causas sociales.

Sin duda, Carrington tuvo en vida el reconocimiento a su obra, al igual que su amiga Remedios Varo, agregó la especialista.

El artista Gilberto Aceves Navarro dijo que Carrington fue una de las figuras más lúcidas, por la luz de sus obras, y de las más importantes que llegaron en los años de exilio en México.

Leonora fue una maravillosa señora, cuya obra influyó mucho en el arte mexicano, y siempre mantuvo un nivel extraordinario y admirable. Fue auténtica y cada una de sus piezas tienen su personalidad porque no imitaba a nadie, expresó Aceves Navarro.

Javier Aranda Luna, articulista de La Jornada, se refirió a Carrington como la última surrealista y una de las figuras más importantes del movimiento que deja en su obra espléndidas metáforas de esa vida otra, que son los sueños, donde los mitos celtas se cruzan con el mole mexicano; y la sorpresa del amor, una moral y una ética, en contra de cualquier totalitarismo.

Señaló: “Si una fobia tuvo Leonora fue el nazismo y lo combatió con la fuerza del amor y su pintura. Carrington fue una pintora llena de sortilegios, de pases mágicos que provocaron un ligero aumento de luz en el mundo.

Su legado es estético, de gran calidad y ético. Su moral fue inquebrantable. Fue luchadora en contra del fascismo español con Francisco Franco y del fascismo de la Segunda Guerra Mundial, que fue el de Hitler.

En un comunicado, la titular de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, Elena Cepeda de León, consideró como una pérdida irreparable para la plástica internacional el fallecimiento de la artista.