El Ministerio Público Federal resolverá el próximo lunes la situación jurídica de Jesús Radilla Hernández, El Negro, y José Luis Luquín Delgado, El Jabón, y no se descarta que la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo solicite su arraigo, en busca de fortalecer la investigación del asesinato de siete personas en Morelos, entre ellas Juan Francisco Sicilia, y contar con suficientes elementos de prueba para obtener una orden de captura sólida, indicaron funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR).

Radilla Hernández y Luquín Delgado fueron detenidos por la Policía Federal el pasado miércoles en Coatzacoalcos, Veracruz, donde se escondieron después del 27 de marzo, fecha en la cual –según la versión gubernamental– ordenaron y dirigieron los asesinatos de Julio César y Luis Antonio Romero Jaimes, Juan Francisco Sicilia, María del Socorro Estrada Hernández, Jaime Gabriel Alejo Cadena, Álvaro Jaimes Avelar y Jesús Chávez Vázquez.

Declaraciones de funcionarios federales en Twitter

En ese marco, la titular de la PGR, Marisela Morales, escribió en su cuenta de Twitter: se libra a la sociedad de dos peligrosos delincuentes, al expresar su opinión por la captura.

Alejandro Poiré, vocero del gabinete de seguridad, afirmó también en esa red social que la aprehensión de los dos presuntos integrantes del cártel del Pacífico Sur muestra que es posible ir desmantelando bandas, y apuntó que hay que profundizar el esfuerzo.

Según la información difundida el pasado miércoles por la Policía Federal, Radilla Hernández, de 34 años, es “presunto homicida encargado de la plaza del estado de Morelos para el cártel del Pacífico Sur, en tanto que José Luis Luquín Delgado era brazo derecho y sicario, y también se dedicaba a la venta de droga en el municipio de Jiutepec, Morelos”.