La democracia en el país presenta un gran déficit: Excluye a los pueblos indígenas, quienes tienen un limitado acceso al poder y carecen de representación pública, aseguraron especialistas del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante la presentación de la base de datos Organizaciones Políticas Indígenas de América Latina, realizada por el IIS, Natividad Gutiérrez, coordinadora del proyecto, señaló que contrario a lo que se pudiera creer, los pueblos originarios –que representan 10 por ciento de la población en México– tienen diferentes formas de realizar política.

Ni son apáticos ni pasivos, les interesa la política. Hay una heterogeneidad de acciones colectivas indígenas, lo que demuestra que no sólo existe un movimiento indígena. Entre el EZLN y otras organizaciones no hay una sola corriente, muchos sienten simpatía por el zapatismo, pero advierten de otras rutas de movilización.

El estudio –que incluyó 130 pueblos de México, nueve de Bolivia y 13 de Ecuador– estará en Internet para académicos e interesados en el tema en los próximos meses. Se basó en una serie de entrevistas con líderes e integrantes de estas comunidades quienes expresaron el sentir y retos dentro de sus pueblos.

Los resultados cualitativos muestran que los pueblos originarios viven en contextos políticos hostiles para su desarrollo, y están excluidos de los programas de partidos políticos, aunque la mayoría tienen afinidades con el PRD, algunos con el PRI y ninguno con el PAN.