ás millonario que nunca, el América sólo se supera a sí mismo cuando de gastar dinero se trata y en la semana acaparó reflectores, pero no por algún logro deportivo, sino por el anuncio de la adquisición más costosa en la historia del balompié mexicano, al hacerse de los servicios del ecuatoriano Christian Benítez, por 10 millones de dólares.

Pese a los altibajos del atacante en los recientes torneos, Santos hizo un negocio redondo al venderlo al mejor postor, es decir, a un América desesperado por conseguir un título y que rebasó sus antecedentes: la compra del argentino Claudio López y la del zaguero colombiano Aquivaldo Mosquera. El primero fue aceptable; el segundo no ha vuelto a brillar como lo hizo en Pachuca.

Tal vez el triunfo de Pumas empiece a inspirar a la directiva que encabeza Michel Bauer: Christian Benítez y Paul Aguilar son sus refuerzos rumbo al Apertura 2011, más lo que se acumule en el draft, mientras el resto de la mesa está puesta con el logro del equipo Sub-20, que en tanda de penales se impuso a los rojinegros del Atlas para adueñarse del título Clausura 2011.

La Máquina está convertida en un circo, en el que la Tremenda corte sacó tarjeta roja a su contrincante tan sólo para recibir respuesta similar. Cruz Azul es otro de los llamados equipos grandes, pero su gigantismo radica más en su gravosa nómina y ese argumento nadie se lo puede rebatir al dimitente vicepresidente Alfredo Álvarez, quien pedía la salida del técnico Enrique Meza tras dos años sin títulos.

Aparte de la ganancia económica, al pasar de 14 a 16 juegos en liguilla, equipos como La Máquina podrían beneficiarse con el sistema round robin para definir al campeón. Ningún otro club ha estado tan cerca del campeonato ni hay otro que haya quedado más frustrado al ahogarse en la orilla, ya como perdedor de la gran final o al sufrir prematura eliminación en calidad de superlíder.

La directiva cementera ya una vez aplicó métodos de diván para orientar al indisciplinado Martín Galván y algo tendrá que hacer ahora con Christian Giménez y José de Jesús Corona, quienes tienen problemas para controlar sus iras. Y, como dice el Ojitos Meza, por simple ley de probabilidades, los celestes están cada vez más cerca de volver a levantar el trofeo.

Lo anunció como si fuera novedad, pero ya es de rutina. El dueño de Chivas, Jorge Vergara, dijo que no contratará refuerzos, satisfecho por la aceptable reciente campaña de su equipo, donde transitó de menos a más. Ahora sólo espera que su joven plantel dé el estirón, aunque es evidente que le faltan puntales de experiencia y que el delantero Érick Cubo Torres cerró con bajo perfil.

Es etapa de rumores, pactos e intercambio de jugadores. Ricardo Ferretti pretende dar un cambio de piel a Leandro Augusto e Israel Castro, de Pumas a Tigres. El atlista Néstor Vidrio es uno de los más pretendidos, se habla de interés de Cruz Azul y Pachuca, mientras algunos clubes pensaron en repatriar a Andrés Guardado, Carlos Salcido y Pablo Barrera sin concretar nada.

Mucho trabajo tiene por delante el seleccionador José Manuel de la Torre, con un Tri que hasta ahora ha sido más de lo mismo. Un cuadro voluntarioso pero sin recursos ni variantes al ataque, entrampado en su eterno problema, la falta de gol. Ecuador no hizo sino plantarse bien a la defensiva y fue suficiente para complicar el desempeño de los mexicanos.

Nueva Zelanda, el miércoles en Denver, podría ser un espejismo dado su escaso historial futbolístico. En la Copa Oro México enfrentará a la Costa Rica de Ricardo LaVolpe, que con un cuadro juvenil venció a Nigeria en duelo amistoso. Contrastan las declaraciones del Chepo, quien dice que no es obligado ganar el certamen, mientras LaVolpe advierte que van por el título.

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