Dallas, 6 de junio. Con la serie adversa 2-1, los Mavericks de Dallas intentarán mañana ante Heat de Miami romper el curso de la historia, que exhibe como campeones a todos los equipos que llegaron por delante al cuarto partido de la final de la NBA.

El domingo, en un choque de gran exigencia para ambos planteles, los Heat se impusieron 88-86 aquí a Dallas, donde chocarán este martes y el domingo venidero.

Estamos obligados a ganar, dijo el astro alemán Dirk Nowitzki, quien marcó 34 puntos, 12 consecutivos en el cierre del encuentro, además de lograr 11 rebotes. No dejaremos que impongan su ritmo y trataremos de remontar.

A diferencia de lo que ocurrió en el desafío anterior, Nowitzki erró el último tiro que hubiera significado el empate y cinco minutos de prórroga.

Debemos pensar que es imposible ganar todos los partidos cuando estás abajo 15 puntos en los minutos finales, admitió el germano. Tenemos que imponer la defensa desde el principio y evitar que tomen ventaja.

Además del triunfo del domingo, los Heat ganaron en Dallas el sexto y último encuentro de la final de 2006, pero en la temporada regular acumulan nueve reveses consecutivos.

Nowitzki reconoció que Miami es un equipo que exige mucho a sus rivales por el ataque con sus tres principales jugadores (LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh) y por la sólida defensa.

Por su parte, Erik Spoelstra, entrenador de Miami, se limitó a señalar que tenemos lo suficiente para ganar.

LeBron James tiene la capacidad de anotar desde cualquier punto y marcar perfectamente a un contrario. Chris Bosh puede acertar cualquier tiro difícil, a pesar de que nunca antes en su carrera había jugado con tal presión, y todos conocemos la capacidad de Dwyane Wade, ya que siempre se ha echado el equipo a la espalda, señaló Spoelstra.