El ex presidente colombiano arremete contra la legalización de las drogas
De visita en Chihuahua recomienda mano dura contra la corrupción entre funcionarios
Miércoles 8 de junio de 2011, p. 17
Ciudad Juárez, Chih., 7 de Junio. El ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, se pronunció contra la legalización de las drogas y aseguró que incluso las dosis personales de consumo contribuyen a fomentar el crimen organizado. Dijo que los problemas de inseguridad únicamente se resuelven atendiendo el desarrollo social y que las fuerzas armadas son necesarias para combatir la delincuencia.
Durante una visita a esta frontera, invitado por el gobierno de Chihuahua, para compartir sus experiencias en la lucha contra la violencia e inseguridad en su país, aseguró que sólo una política de estado de mano dura contra la delincuencia, el fomento de empleos bien remunerados y la educación podrán evitar que los jóvenes sean reclutados por criminales.
Ante empresarios, académicos y miembros de la sociedad, el ex mandatario sudamericano comentó que la experiencia colombiana en cuanto a permitir el uso y portación de cantidades de droga para consumo personal, no contribuye en nada a la solución del problema de criminalidad y violencia, sino por el contrario, aumenta los índices.
Recomendó políticas públicas efectivas para atender el problema de adicciones, aumento en el gasto social y programas contra la pobreza, pero principalmente garantizar espacios educativos de todos los niveles para los jóvenes y generación de empleos bien remunerados.
El ex presidente colombiano, al que se le atribuyen los logros en materia de seguridad durante los ocho años que gobernó ese país (2002-2010), sugirió a los gobiernos estatal y municipales sancionar con mano dura los actos de corrupción de funcionarios públicos y policías para recuperar la confianza de la ciudadanía en las instituciones responsables de la seguridad pública.
Relató que en Colombia fue posible crear redes de colaboración ciudadana para denunciar los delitos, y en vez de gastar sólo en armas, se recuperó la confianza de la gente en la policía y se les dotó de celulares para señalar a los delincuentes.
Expuso que las tropas del Ejército colombiano sí tienen facultad para combatir la delincuencia y son necesarias, aunque tienen que realizar una gran tarea de inteligencia para capturar a los delincuentes y el último recurso de los militares, dijo, es disparar.