El Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) anunció ayer el lanzamiento de dos nuevos concursos nacionales: el de Alfarería Libre de Plomo y el del Juguete Popular Mexicano, así como la convocatoria de la tercera emisión del certamen bienal Fibras Vegetales de México: Tejido y Torcido 2011.

Dichos certámenes se suman al Gran Premio de Arte Popular, con la categoría de grandes maestros, y el de Nacimientos Mexicanos.

El de Alfarería Libre de Plomo, con un monto total de 400 mil pesos dividido en 31 premios, es la conclusión enfática de un esfuerzo constante que ha tenido Fonart desde hace 13 años respecto de un cambio tecnológico en los talleres alfareros, en aras de la sustitución del esmalte sin plomo en la cerámica mexicana, expresó Rafaela Luft Dávalos, directora general de la dependencia.

Hoy están empadronados 10 mil talleres alfareros en todo el país, pero hace falta que el público se entere del esfuerzo de los artesanos, que sepa que existe una nueva cerámica libre de plomo, continuó Luft Dávalos.

Y como Fonart sólo tiene siete puntos de venta, se decidió hacer un concurso nacional que nos pone a todos en una perspectiva de cómo está el nivel de transición en cada uno de los estados y quienes llevan avances relevantes, acotó la funcionaria.

Para la creación del concurso de Juguete Popular Mexicano, con un monto total de 251 mil pesos repartido entre 34 premios, se acercó a Fonart Angélica Tijerina, directora de La Esquina Museo del Juguete Popular Mexicano, ubicado en San Miguel de Allende, Guanajuato, quien propuso hacer un recuento de qué pasa en el país en ese rubro.

Rafaela Luft anotó que evidentemente hay toda una realidad cotidiana de lo que los niños tienen a la mano para jugar y de pronto el juguete popular artesanal que tenía una franca caída o se ha vuelto un producto de nada más algunas personas que se han vuelto coleccionistas. Por medio de este concurso nacional promovemos que haya un resurgimiento de ello. También es de su interés encontrar piezas de rescate.

Tijerina señaló, a su vez, el propósito de integrar un acervo de las piezas ganadoras y de las mejor logradas para reunirlas en una exposición itinerante por México y el extranjero.

En cuanto al concurso nacional Fibras Vegetales de México, Luft Dávalos indicó que se trata de una de las ramas artesanales más antiguas y quizá más modestas de todas: la cestería, que ha caído en desuso. Hizo votos para que estos objetos dejen de ser decorativos y pasen a verse como de uso cotidiano.