Guadalajara, 19 de junio. En el tercer día de actividades de la Feria Internacional de la Música (FIM) se realizaron tres conferencias de especialistas: Alternativas de negocios en el mundo de la música, Música e Internet y Los músicos en el siglo XXI. En la primera, los ponentes llegaron a la conclusión de que la industria musical y las discográficas transnacionales no desaparecerán a causa de las nuevas tecnologías y las descargas vía Internet, en voz de uno de sus participantes, el productor y músico Mauricio Abaroa, quien además precisó que la industria cruza por un momento en la que las propuestas musicales son vastas, porque las nuevas tecnologías han acortado la distancia entre los grupos y artistas con sus auditorios.

Abaroa añadió: Lo que empezó como una manera de ayudar a la música terminó por rebasar a todo el complejo y propiciar que la piratería se comiera a la industria; por ejemplo, en Paraguay, dominada ciento por ciento por la piratería, o aquí en México, donde 87 por ciento de la música que se consume es apócrifa.... Así que hago un llamado a que la producción musical tenga un sentido más empresarial, que redunde en mayores beneficios para los músicos, las discográficas y el público.

En su intervención, el especialista en gestión cultural Ernesto Piedras afirmó que para afrontar la crisis por la que atraviesa la industria musical tienen que converger elementos como el respeto a los derechos de autor, el uso justo y eficiente de las telecomunicaciones y un efectivo marco legal para la privacidad de datos.

No se debe limitar a los internautas

El también economista refirió que no se debe limitar el acceso de los internautas a la descarga de contenidos en la Internet, porque asimismo limitaría la posibilidad de desarrollo de las empresas relacionadas con la música: Si hay más conectividad, generamos más amplitud para el mercado musical; de lo contrario se pierde accesibilidad de las audiencias y de aprovechar el recurso creativo de cada país y región.

El último ponente de la conferencia Alternativas de negocios en el mundo de la música, el titular del sello National Record, Thomas Cookma, consideró que lo más importante sigue siendo el cambio radical en los procesos de producción y la posibilidad de que una canción llegue a su público de modo mucho más fácil. Hoy existe más pasión, ganas, y mayor número de personas escuchando música en todo el mundo. Por eso estas transformaciones han brindado preponderancia a los creadores, fenómeno que corresponde al presente y no al futuro. Si hoy es una revolución, nos encontramos en el proceso para hallar la fórmula que ofrezca soluciones. Hay que seguir intentando.

En la segunda conferencia, titulada Música e Internet, que se realizó en la tercera jornada de la FIM, participaron el estadunidense Kevin Arnold, fundador de la Alianza Independiente de Distribución en Línea (IODA, por sus siglas en inglés); el locutor Raúl David; el gestor cultural colombiano Sergio Arbeláez y el director de la Academia de Influencia Digital, Capacitación y Consultoría, Moisés Cielak, quien habló de los nuevos soportes de grabación y distribución de la música, partiendo de los cuestionamientos sobre la manera en que se ha promovido la duplicación o piratería musical, y en que han cambiado los formatos a partir del uso de las computadoras.

Por su parte, Raúl David apuntó que, más allá de ver a la Internet como el medio de descargar canciones, habría que pensar que da la posibilidad de las redes, además de asegurar que la música es la que ha dado sentido a la Internet.

Kevin Arnold apuntó que hay que ver el fenómeno desde el punto de vista del consumidor, y que cada vez más se están dando los modelos en que la gente quiere obtener música desde el concepto de lo público y lo gratuito.

Finalmente, Sergio Arbeláez habló del movimiento transicional que ha sido la Internet ante las viejas formas de escuchar y compartir la música, y que, dadas las nuevas propuestas, habría que dejar de creer que la gratuidad de las canciones en Internet no debería significar un no negocio, sino que las formas de comercializar las canciones han cambiado, ya que es una herramienta de mucha amplitud con la que merece arriesgarse.

Proceso de producción

Los músicos en el siglo XXI fue la última conferencia dictada y los participantes llegaron a la conclusión de que el papel de las compañías disqueras ha dejado de ser fundamental para el desarrollo de nuevas bandas y para la distribución de sus propuestas, aunque siguen siendo importantes en algunas etapas del proceso de producción de un disco.

Entre los participantes, Cecilia Bastida, ex integrante del grupo Tijuana No, afirmó: Un contrato con una discográfica transnacional no es la mejor idea, debido a que la Internet permite a los artistas independientes vender sus producciones directamente al público, sin que ninguna empresa sea intermediaria. Las disqueras no son indispensables ahora. Muchas veces los contratos y arreglos de producción no son tan justos para los músicos, porque buscan un éxito instantáneo y no todas las propuestas musicales pueden lograrlo.

Por su parte el guitarrista de Café Tacvba, Joselo Rangel, manifestó que el trabajo de los sellos discográficos sólo son necesarios en la etapa de dar a conocer a un grupo o artista nuevo y para asegurar la calidad de las producciones; pero en realidad funciona como un accesorio del artista.

Sin embargo, precisó: Todavía hay discos que son producidos en estudio, a la par de los que los músicos independientes hacen en un pequeño cuarto y una computadora. Internet facilita al público el acceso a las nuevas bandas, pero para buscar algo primero tienen que saber cómo se llaman y alguien tiene que hacer ese trabajo de dar a conocer a los nuevos, como lo hacen las discográficas.

En su momento, Sabo Romo dijo que la Internet y las redes sociales han acercado más al artista con su público, generando mayor conexión y contacto.

El compositor peruano Gian Marco declaró: La música, por más romántico que resulte el proceso creativo, es un negocio y tenemos que saber que necesitamos de un equipo que nos ayude a sacar ese negocio adelante, por más independiente que seas.