Labiofam desarrolló fórmula homeopática derivada del veneno del Rhopalurus junceus
No se contrapone al empleo de medicamentos convencionales y sus efectos secundarios son casi inexistentes, asegura la investigadora Caridad C. Rodríguez Torres
La toxina representa una potencial alternativa terapéutica para las enfermedades neoplásicas, dice Alexis Díaz
Jueves 23 de junio de 2011, p. 2
Durante dos siglos en Cuba se ha utilizado el veneno del alacrán de la especie Rhopalurus lunceus –endémica de la isla– como remedio tradicional contra el dolor, la inflamación y las neoplasias (tumores cancerígenos). El consorcio farmacéutico cubano Labiofam se dio a la tarea de buscar, más allá de lo empírico, la explicación científica de su efecto terapéutico. La encontró.
Luego de 15 años de rigurosos y exhaustivos experimentos, demostró que, en efecto, el veneno de ese alacrán utilizado al ciento por ciento tiene, fuera de toda duda, efectos analgésicos (alivia del dolor), efectos antitumorales (frena e inhibe el crecimiento de tumores cancerígenos), efectos antinflamatorios y atimetastásicos (corta la irrigación sanguínea del tumor y de esa manera impide la expansión y reproducción de las células cancerígenas fuera del órgano de origen).
Una vez concluida la etapa experimental, Labiofam ha producido una fórmula homeopática derivada del veneno del Rhopalurus junceus, a la que se denomina Vidatox 30CH, que en marzo pasado obtuvo el registro sanitario de las autoridades cubanas, lo cual ya permite su comercialización en la isla.
La investigadora cubana Caridad C. Rodríguez Torres hizo ayer ante medios de comunicación mexicanos una detallada exposición sobre lo que fue el proceso de experimentación con el veneno del alacrán hasta llegar a la elaboración del medicamento. Es la primera vez que se da conocer oficialmente esta información fuera de la isla, aunque La Jornada ha dado cuenta de este proceso en distintos momentos. Cabe destacar el testimonio de la periodista Clara Huacuja, colaboradora de este diario, quien hace 10 años se sometió voluntariamente a un tratamiento con el veneno del Rhopalurus junceus, todavía en una en una etapa experimental (www.jornada.unam.mx/2010/04/07/index.php?section=politica&article=003n2pol).
En su conferencia ante los medios mexicanos, llevada a cabo en la embajada de Cuba en México, la especialista Caridad C. Rodríguez Torres aclaró que el Vidatox no es ciento por ciento veneno del alacrán, sino una fórmula derivada coadyuvante en el tratamiento del cáncer, que contribuye a mejorar hasta en 85 por ciento la calidad de vida de los afectados por la enfermedad.
Rodríguez Torres advirtió que el Vidatox sólo puede adquirirse en Cuba, aunque ya se encuentra en trámite de registro en varios países, incluido México, y advirtió que en este momento cualquier producto que se venda fuera de Cuba con las presuntas características del medicamento es fraudulento.
Además de los beneficios ya mencionados –señaló la investigadora— el Vidatox reúne características notables: su toxicidad está por debajo de los parámetros admitidos mundialmente; no se contrapone con el empleo de tratamientos convencionales, y en general sus efectos secundarios son casi inexistentes.
De acuerdo con la especialista, el cáncer constituye la segunda causa de muerte a escala mundial y tiende a convertirse en la primera, por lo que el medicamento aparece como una alternativa de tratamiento natural, económica y eficiente.
En Cuba existen 47 especies de escorpiones; de ellas 42 son endémicas y dentro de la familia Buthidae se encuentra el escorpión cuyo veneno ha sido utilizado tradicionalmente desde hace mas de dos siglos para aliviar el dolor, la inflamación y para las enfermedades neoplásicas.
Según reportó el corresponsal Gerardo Arreola (www.jornada.unam.mx/2010/10/05/index.php?section=ciencias&article=a03n2cie ), el equipo de investigación del Grupo Empresarial de Producciones Biofarmacéuticas y Químicas (Labiofam) de Cuba presentó por primera vez en público algunos resultados experimentales del estudio que realiza desde hace unos 10 años junto con otras instituciones científicas de la isla.
El maestro en ciencias Alexis Díaz, investigador principal del equipo, anunció a un auditorio internacional que la toxina representaba una potencial alternativa terapéutica para el tratamiento de enfermedades neoplásicas en humanos.
Reportes del estudio se divulgaron durante el primer Congreso Internacional Labiofam 2010, que se llevó a cabo del 28 de septiembre al primero de octubre, en La Habana, convocado por ese grupo empresarial y auspiciado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los ministerios cubanos de Agricultura y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y Salud Pública y el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK).
Díaz calculó que la autorización para el ensayo clínico podría ocurrir el próximo año. Esa decisión corresponde al órgano regulatorio cubano, el Centro Estatal de Control de Medicamentos (Cecmed).
En marzo el medicamento obtuvo el registro y ya se comercializa en Cuba. Cualquier extranjero que viaje a la isla puede acceder al tratamiento, que según cálculos aproximados de Rodríguez Torres, para un mes tiene un costo de 250 dólares.