Río de Janeiro, 23 de junio. La policía militar ocupó este jueves la favela Engenho, en la zona norte de esta ciudad brasileña, durante la tercera operación de esta semana contra organizaciones locales de traficantes de droga, lo que causó la muerte de ocho personas que cayeron en el fuego cruzado entre uniformados y delincuentes.

La acción realizada hoy es la continuación de un plan para erradicar el tráfico de droga en otra favela de la región norte de Río de Janeiro, llamada Morro do Juramento, informó el coronel Alexandre Fontenelle, del batallón de operaciones especiales.

Uniformados irrumpieron durante la madrugada para tratar de capturar a un grupo de narcotraficantes que buscaron refugio en Engenho, la favela vecina de Morro do Juramento, ocupada por la policía militar. Los agentes del orden fueron recibidos con disparos de armas de fuego desde azoteas y ventanas de viviendas, lo que desató un enfrentamiento que se prolongó durante varias horas.

Los uniformados entraron a la zona apoyados por vehículos blindados y en comandos compactos que entraron en varias casas.

Fontenelle dijo que la policía militar intervino en la zona después de enterarse de que una facción de la banda que dominaba la favela Mangueira, ocupada el domingo pasado por las fuerzas de seguridad, planeó una serie de acciones delictivas al lado de narcotraficantes de Engenho, adonde se extendió el despliegue policial por tiempo indeterminado.

Uno de los objetivos de la operación policial en esta región carioca es desarticular las rutas de delincuentes que utilizan como escondites las favelas, conjuntos de viviendas generalmente pobres, construidas sobre los cerros que rodean la bahía.

Después de los enfrentamientos, la policía militar decomisó fusiles, pistolas y varias granadas. En una vivienda encontraron paquetes con cocaína, crack y oxi, una mezcla de pasta básica de cocaína con cal y queroseno, que se ha convertido en un popular narcótico en las favelas de Río.

Al cierre de esta edición se informó que ataques realizados por piratas informáticos obligaron temporalmente a cerrar el sitio de la presidencia en Internet, al igual que otras páginas oficiales, tras un día de que ciberataques inhabilitaron otras web del gobierno.