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Dice discrepar de la decisión de la juez que ordenó su libertad

Calderón asegura no haber conocido del operativo para detener a Hank Rhon
 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de junio de 2011, p. 7

Increpado por el poeta Javier Sicilia por la pifia gubernamental en la frustrada detención de Jorge Hank Rhon, el presidente Felipe Calderón justificó la actuación del Ejército Mexicano, cuyo operativo –sostuvo– no fue de su conocimiento al momento de su realización.

Aunque dijo discrepar de la decisión de la juez Blanca Evelia Parra Meza, señaló que no tenía otra opción que acatarla, pero cuestionó: Independientemente de la forma de detención, hay ahí un delito, armas de uso exclusivo del Ejército, y como bien lo dijo la subprocuradora (Patricia Bugarín), ¿y ahora qué hago con todos los fusiles?, ¿de quién son?

En su primera referencia pública al caso Hank Rhon, que le acarreó duras críticas, Calderón añadió que “dos de esas armas pegan, así se dice en el argot policiaco”, pues están relacionadas con dos homicidios, según se desprende de la información cruzada a partir de Plataforma México, con tecnología avanzada en investigación criminal.

Existe registro en Tijuana –continuó el Presidente– de que esas armas que encuentra el Ejército se utilizaron en dos homicidios. “Y se presentan las pruebas a la juez y los dictámenes periciales, y no sólo eso. Otro de los testigos dice haber participado en un homicidio de otra persona y la juez concluye que como no está demostrada la flagrancia, ni los rifles tienen valor probatorio, ni los casquillos, ni las periciales, ni nada.

“Y además, aquí la tontería, digamos, es qué torpeza del gobierno. A lo mejor, a lo mejor había que decirle al Ejército no persigas, hay que hablar con el Ministerio Público para obtener una orden de aprehensión y una orden de cateo, para que la libere el juez. A ello, añadir que el indiciado va a pedir amparo, porque dice, ‘¿a mí por qué me persigues?’ A lo mejor pudo hacerse, pero ¡que no valgan las pruebas!, ¡que se diga que porque es dudosa la manera en que se entró a la casa no tienen valor probatorio!”

Calderón fue enfático en sus descalificaciones al proceder de la juez del caso, para concluir externando su desencanto por el desenlace: Y no puedo decir más y no puedo hacer más, pero que se reproche a mi gobierno, otra vez, el actuar en lugar del no actuar, cuando hay, como usted dice (Sicilia), mucha gente que tiene que rendirle cuentas a la sociedad y que por qué ocurren estas cosas.

El mandatario concluyó sus críticas reprochando que ciertos personajes se nos ponen como modelo de santidad por los obispos y eso me evoca una frase, la que dice sepulcros blanqueados y raza de víboras.