Senadores de PRI, PAN y PRD rechazaron la propuesta de la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, en el sentido de que sean los ricos de México y las naciones de Centroamérica quienes colaboren en el combate al crimen organizado por medio del pago de un impuesto destinado a frenar el narcotráfico.

El presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, comentó que de crearse tal gravamen lo deben pagar los más ricos del mundo, que están en Estados Unidos, principal consumidor de drogas del orbe.

Lo que se requiere con urgencia, dijo, es que el gobierno de Barack Obama ponga en marcha políticas públicas para disminuir el consumo de estupefacientes en territorio estadunidense, lo cual ayudaría mucho a México, porque no habría tanto dinero circulando.

Sobre el tema, el senador del PAN Rubén Camarillo preguntó por qué otros tienen que pagar por un vicio de los estadunidenses y propuso que el impuesto antinarco lo paguen los consumidores de droga del vecino país.

Igualmente, la senadora perredista Yeidckol Polevnsky consideró que se trata de una afirmación desafortunada de Clinton, que rehúye de esa forma la responsabilidad de su país en el incremento de la violencia provocada por el narcotráfico en México y en Centroamérica.

Camarillo señaló a su vez que el negocio del narco en Estados Unidos es de más de 32 mil millones de dólares anuales y debe haber un acto de corresponsabilidad de Washington, y no la actitud asumida por Clinton de pedir a México y las naciones de América Central que graven a los ricos. Que haga la propuesta al Congreso de su país, recalcó.

Polevnsky, en tanto, resaltó que México es el que pone los muertos, cerca de 40 mil hasta el momento, y Clinton se lava las manos, como su gobierno lo ha hecho “también en el caso del operativo Rápido y furioso”.

A su juicio, el problema es que la administración de Felipe Calderón ha adoptado una actitud sumisa y acepta migajas de ayuda económica, como la contenida en la Iniciativa Mérida a cambio de más injerencia.