Presentan en Zacatecas Bala por mí, el cordero que me olvida, poemario de El Cochiloco
Las asesinadas de Juárez, la violencia y el crimen me sensibilizan en mi vena literaria, dice
Sábado 25 de junio de 2011, p. 3
Zacatecas, Zac., 24 de junio. Joaquín Cosío, El Cochiloco, en entrevista exclusiva con La Jornada el actor habla de su libro Bala por mí, el cordero que me olvida, que la noche del jueves se presentó en la capital de San Luis Potosí y este viernes en la ciudad de Zacatecas.
–¡Resultó que El Cochiloco tenía corazón!
–Sí, pero debo aclarar que mi trabajo literario no tiene mucha conexión con mi oficio de actor.
Mi poesía, sinceramente, no sabría cómo definirla. Es verso libre, escrito en varias secciones. En una hablo sobre mi ciudad (Juárez), en otra de lo familiar y por último sobre lo que he realizado en teatro.
El poemario, manifiesta Cosío, habla de su afición por la literatura y es el tercer libro que publica con el apoyo de varias editoriales pequeñas y de organismos públicos como el Instituto Chihuahuense de Cultura y la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Bala por mí, el cordero que me olvida, explica el actor, es el resultado de un trabajo muy lento y no tan profuso como quisiera, pero finalmente es mi obra literaria
, que reúne alrededor de 30 poemas.
En el apartado de poemas, donde escribe sobre la familia, Cosío indica que allí hablo de esa extraña mezcla de sentimientos y sensaciones, esas emociones intensas, en ocasiones contradictorias, siempre dulces, a veces amargas, melancólicas, que conforman ese entramado de relaciones con nuestros hermanos, con nuestros padres y con aquellas figuras que en nuestra infancia fueron vitales
.
La naturaleza del norte
–Hay una parte donde habla poéticamente sobre las piedras.
–Bueno, pues eso… es que hay un texto que se refiere a la naturaleza del desierto, a sus elementos, donde crecí.
Es un poema donde hablo mucho de la naturaleza del norte, de esos pasajes áridos, llenos de cierta desolación, donde los protagonistas son la arena y la roca. Y que sin embargo es un entorno llamado de vida.
También aborda el tema de la familia, pues seas actor, escritor, pintor o tengas alguna actividad de esta naturaleza
, eso implica asumir decisiones, tomar ciertos criterios sobre la propia vida.
Desde luego, eso tiene que ver con tu vida sentimental, familiar y personal, con estados permanentes de cuestionamiento sobre ti mismo, tu quehacer, tu universo y quienes lo pueblan.
–Con este lado literario rompe un molde, deja a un lado su faceta de actor rudo y abre su corazón
–La faceta de actor rudo es una etiqueta que me la ha dado encarnar algunos personajes.
–Pero es un hecho que le gustan esos personajes: ¿los disfruta?
–Los disfruto tanto como un personaje que no es supuestamente un asesino. Hay muchos que he interpretado en teatro y cine y nada tienen que ver con ser violentos o rudos.
–Cómo ve los problemas que nos envuelven, sobre todo en el norte, donde nos duele este país por la violencia.
–Es un momento doloroso y además se agudiza lo terrible en los tiempos miserables que vivimos, donde la política es un ejercicio de sinvergüenzas y cínicos.
“En cuanto a la realidad cruda y trágica de los muertos, de los crímenes y la impunidad, justamente la primera parte del libro intenta hablar de este panorama, al menos en Ciudad Juárez.
“Hay poemas, claro, no muy obvios, pero son temas que me han sensibilizado, como las mujeres asesinadas, la violencia, el crimen. Es un leit motiv para quienes trabajamos con la imaginación. Estos momentos terribles nos empujan a seguir cultivándola, así como las ideas.”
–¿Qué opinión tiene de la lucha que encabeza Javier Sicilia?
–Es un movimiento con el que simpatizó en lo general. Yo no creo en la política ni en los políticos, sin embargo, esa iniciativa es muy genuina, al menos así lo he visto, pero en alguna parte tiene que expresarse de manera política y es ahí donde la incertidumbre comienza a aparecer. ¿Cuáles son los criterios para conversar con Calderón?, ¿qué se va a tratar o a negociar? En fin, espero que tenga los resultados que tanto necesitamos en México.